Cirugía en medicina general: manual de enfermedades quirúrgicas

19 Capítulo 1 / Abdomen Agudo Quirúrgico Figura 1-10. TC de abdomen y pelvis (A) sin contraste, (B) fase arterial (cortesía de Dr. Ian Bickle, Radiopaedia.org, rID: 38003), (C) fase venosa o portal, (cortesía de Dr. David Cuete, Radiopaedia.org, rID: 23114) y (D) fase de eliminación (cortesía de Dr. Ian Bickle, Radiopaedia.org, rID: 27723). bilidad, especificidad, valor predictivo positivo y valor predictivo negativos mayores que la tomografía computada (Mayumi y otros, 2016) y su precisión diagnóstica varía desde un 53% a 83% considerándola en conjunto con la evaluación clínica (Gans, Pols, Stoker tematicas& Boermeester, 2015). Además, la ecografía abdominal permite visualizar la mayoría de los órganos abdominales como el hígado, páncreas, bazo, riñones, vejiga y grandes vasos que podrían ser el origen del cuadro de AA. TOMOGRAFÍA COMPUTADA (TC) La tomografía computada de abdomen con medio de con- traste EV es por lejos el mejor estudio imagenológico en la evaluación del abdomen agudo debido a la cantidad y calidad de información que entrega. Sin embargo, es importante considerar qué si la sospecha clínica es alta y la TC está normal, no se debe descartar el diagnóstico en forma inmediata. La TC de abdomen y pelvis con contraste EV tiene habitual- mente tres fases y se le puede agregar una cuarta según lo que se quiera evaluar: (A) La fase sin contraste, (B) fase arte- rial (contraste en arterias, corteza renal y fugas en el caso de sangrados intraperitoneales), (C) fase portal o venosa (con- traste en porta, vena cava, órganos abdominales e intestino) y (D) fase de eliminación (contraste en cálices renales, uréter o vejiga), ver figura 1-10. Este estudio tiene un 90% de sensibilidad para confirmar la etiología de un cuadro de AA (Mayumi, y otros, 2016) mientras que realizada posterior a una ecografía negativa o no concluyente, tiene una sensibilidad del 94% y una especificidad del 68% (Gans, Pols, Stoker, & Boermeester, 2015). Además del buen rendimiento de la técnica, la TC cuenta con la ventaja de no ser operador dependiente, ser un examen rápido de realizar y estar cada vez más disponible en los hospitales chilenos. En los cuadros de AA clásicos que cursan con peritonitis, el hallazgo más común consiste en la presencia de líquido libre peritoneal que se acumula en las zonas de declive. Esto es, correderas parietocólicas derecha e izquierda, fondo de saco e interasas. La TC puede confirmar el diagnóstico de apendicitis aguda, peritonitis apendicular, úlcera péptica perforada, evidenciar la presencia de perforación y fístulas intestinales, diverticulitis aguda y sus complicaciones, litiasis ureteral, sangrados de órganos sólidos, isquemia mesentérica, colecistitis aguda perforada, pancreatitis aguda, obstrucción intestinal y su causa, aneurisma de aorta abdominal roto, etc., las figuras 1-11 y 1-12 representan algunos ejemplos. Las desventajas más importantes de la TC están relacionadas con dos factores: por una parte, es un método que utiliza radiación ionizante y por otra, pueden producirse efectos adversos con el uso de medio de contraste endovenoso, es decir nefrotoxicidad y el riesgo de alergia o incluso anafilaxia. En pacientes con enfermedad renal (VFG menor que 60ml/ min o creatininemia mayor que 1,5) no se recomienda el uso de contraste, excepto en casos de riesgo vital. A B C D

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