Cirugía en medicina general: manual de enfermedades quirúrgicas

97 Capítulo 9 / Trauma Maxilofacial FRACTURA MANDIBULAR El hueso mandibular se comporta como hueso largo, corticoesponjoso y móvil, en el que se insertan poderosos músculos, por lo que tiene una elevada carga funcional. La fractura se clasifica según localización anatómica tal como lo ilustra la figura 9-6. La frecuencia relativa de manifestaciones corresponde a las siguientes: fractura de ángulo 31%, cóndilo 25%, cuerpo 21%, sinfisiarias y parasinfisiarias 14%, alveolar 3%, de rama 3% y finalmente coronoides 2%. El paciente generalmente presenta dolor, impotencia funcional, asimetría facial, edema o equimosis, maloclusión dental, hipostesia mentoniana o silencio condíleo (ausencia de movimiento articular en la apertura bucal). Se puede observar desviación lateral, oclusión incompleta y dolor preauricular en fracturas de cóndilo ipsilateral. La mordida abierta es característica de fracturas condíleas bilaterales. El diagnóstico imagenológico se puede realizar con radiografía panorámica, pero el TC permite el diagnóstico definitivo y la evaluación de aspectos relevantes para una eventual resolución quirúrgica. La reconstrucción del arco mandibular depende del grado de conminución y localización de la fractura. Fracturas lineales, no desplazadas y sin maloclusión pueden ser observadas, especialmenteen lapoblaciónpediátrica. Fractura conminuta, desplazadas o con maloclusión requieren manejo quirúrgico oportuno (Andrades & Sciaraffia, 2005). FRACTURA PANFACIAL Las fracturas panfaciales combinan las fracturas maxilares y mandibulares. Ocurren debido a traumatismos de alta energía. Se manifiesta como una combinación de los signos clínicos de los distintos segmentos afectados. En la evaluación inicial se debe considerar la realización de una cricotiroidotomía de urgencia debido al elevado riesgo de obstrucción de vía aérea. Deben ser manejadas en centros de referencia por la elevada incidencia de lesiones asociadas y el grado de experiencia requerido para su tratamiento (Hollier & Thornton, 2002). CONCLUSIÓN El trauma maxilofacial es frecuente de ver en pacientes politraumatizados. Lesiones de alta complejidad y que involucran más de un tercio facial son, generalmente, provocadas por mecanismos de alta energía. Independiente de la severidad de las lesiones maxilofaciales, siempre debe ser prioritario asegurar vía aérea permeable, lograr una adecuada ventilación y controlar la hemorragia. La evaluación de un paciente con trauma facial requiere de una detallada anamnesis del accidente e historia del paciente, identificación de síntomas y signos asociados a las lesiones faciales y estudio imagenológico para confirmar la hipótesis diagnóstica. Fracturas de baja energía, no desplazadas, sin conminuta, habitualmente pueden ser manejadas de forma conservadora, mientras que lesiones severas requerirán de una reducción anatómica y fijación rígida, con el fin de optimizar la recuperación del paciente y obtener adecuados resultados funcionales y estéticos. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Andrades, P., & Sciaraffia, C. (2005). Trauma maxilofacial. En P. Andrades, & S. Sepúlveda, Cirugía plástica esencial (págs. 122- 144). Santiago: Universidad de Chile. Andrades, P., & Sepulveda, S. (2005). Cirugia Plástica Esencial. Santiago: Universidad de Chile. Andrades, P., Cuevas, P., Hernandez, R., Danilla, S., & Villalobos, R. (2018). Characterization of the orbital volume in normal population. Journal of Cranio-Maxillofacial Surgery, 94-99. Antonyshyn, O. (1997). Principles in management of facial injuries. En G. Giorgiades, R. Riefkhol, & S. Levin, Plastic, Maxilofacial and Reconstructive Surgery (págs. 339-350). Pennsylvania: Williams andWilkins. Chaundhry, O., Isakson, M., Franklin, S., Masqui, C., & Amm, E. (2018). Facial Fractures: Pearls and Perspectives. Plastic and Reconstructive Surgery, 742-758. Hollier, L., & Thornton, J. (2002). Facial Fractures I: Upper Two Thirds. Selected Readings in Plastic Surgery, 26. Manson, P. (1990). Facial Trauma. En W. Saunders, Plastic Surgery (págs. 1-269). Philadelphia: McCarthy J. Markowitz, B., Manson, P., Sargent, L., V. K., Yaremchuk, M., Glassman, D., & Crawley, W. (1991). Management of the Medial Canthal Tendon in Nasoethmoid Orbital Fractures: The Importance of the Central Fragment in Classification and. Plastic and Reconstructive Surgery, 843-853. Pereira, N., & Andrades, P. (2018). Maxilofacial Trauma. En D. Marré, Fundamental Topics in Plastic Surgery (págs. 369-381). New York: Thieme. Villalobos, R. (1998). Trauma Maxilofacial. En C. Carvajal, M. Uribe, & S. Caballieri, Trauma. Manejo Avanzado (págs. 197- 216). Santiago: Sociedad de Cirujanos de Chile.

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