La Quinta Normal i sus establecimientos agronómicos y científicos : paseo de estudio

-123- sí mismo. Empero, Franklin, arrancándola, con una sim- ' pie punta metálica, del seno mismo de la nube tempes– tuosa, probó, con la evidencia del hecho consumado, que la electricidad existe como fuerza i como luz en nuestra atmósfera. El éxito prodijioso de este sencillo esperimen– to confirmó plena~ente las teorías publicadas por Fran..: 'klin, en forn~a de hipótesis,- en 1749. Desde en~ónces el estudio de las leyes de la electricidad atmosférica i la atenta observacion de sus fenóme¡ws constituyeron un ramo importante de la ciencia 1neteorolójica. III Los instrumentos En cuanto a los instrume'ntos; tantp el globo cautivo como el aparato de Delibard·, célebre físico frances, fueron inventados siguiendo fielmente las teorías-i los :procedi– m.ientos d; Franklin. E stos instrumentos primitivos han sido gradl.1almente perfeccionados, sucediendo a ellos los elect1·ómet-ros de Saussure, Palmieri, Pell~tier, Bequerel i el Colector d~ elect-ricidad de Thomson, superando a to– dos ellos. el inscriptor automático llamado Elect-rógrafo. Este instrumento, por cierta combinacion de luz i espejos ·· encerrados eh una caja, traza en un papel, preparado ·fo– tográficamente, curvas que sirven para medir el potencial ·eléctrico de la atmósfera. Tanto aquéllos elect-rómet-ros como este elect-rógr-afo exjs– ten hoi en todos los Observatorios bien montados de Eu- ' ' ropa i Norte-América. Si queremos, pues, elevar nuestro Qbservatorio N a– cional a la altura de. los adelantos de 1~ ciencia, debemos dotar a la estacion meteorolójica de instrumentos eléctri– cos de invencion moderna.

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