Notas sobre autoritarismo y lectura en Chile

configurar un lector apelado e imaginario. 3e trata por lo tanto de la imagen del lector tal como está representada en el texto. Una segunda relación — que es la que nos interesa— es la que emerge a partir del lector, o más bien ,len'i y ’por'1 el proce­ so de lectura(l). Desde esta perspectiva la lectura implica una construcción mental de propiedades significativas, las que el lector atribuiría de manera intersubjetiva al texto. De e lio se desprende que el proceso literario no se agota en las propiedades objetivas del lenguaje escrito y que el texto no formula por sí mismo todo su sentido. A través de la inter­ acción texto-lector, y sobre la base del texto primario surge un objeto estético construido o metatexto. Las característi­ cas de este metatexto estarán en directa relación con los có­ digos culturales del receptor y con las variaciones que se den en este plano. Si aceptamos que la significación emerge en el punto en que se produce la lectura, tenernos que convenir que las propieda des objetivas del texto constituyen una instancia abierta y que como tal se complementan con las formas subjetivas de con ciencia que los individuos o que los miembros de una determi­ nada colectividad tienen en común en su respuesta a ese texto. Cuando una misma obra se recibe en dos contextos diferentes (con otro estado de lengua, otro gusto literario, una estruc­ tura social distinta, nuevos valores y sentidos de vida) se da (1) En lo que respecta a teoría de la recepción seguimos básicamente a iiolfgang Iser» A. Kibedi Varga, Teun A.Van Üijk, U.W.Fokkema, Hortst Steinmetz y Jacques Leenhardt.

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