Congreso nacional de arquitectura y urbanismo

- 146 - eir en M~jico y Perd sus efectns ,. La· J.\rqui -Geeturn por entonees en estado prii!larlo poco- se influenai6 en e~to sentido, la pobre– za de ue~ sigui6 haciendo prevüleccr csu bella simplici~d d& untafto. lfo obstante, podemos apreci~r su influencia brt!·roct\ n tra ~64 d& ulgWlos templos. · - Hasta un momento en que todo pareció coordinarse bajo un Bs– pecto eurítmico obedeciendo a principios de unidad, variedad y &r– moni&. Bra la. a.parici6n del prime~ fi...rquiteeto, cronol6g:i.cnm.ente. lA realización de los edificios se sujet6 en adelante. a ~ plan determinado y la proporc~. Ó!l fijó la disposición de sus elementos~ era la interpretaci& éienM.fie-a de medios usados antes inst;lnti'"l.a menta .. CJ;rande- rué la inBltte.neia de T'oesea, él representaba ~tm - mentalidad ordenada y era un gran conocedor del arte por aca ig - norado; hab;{a estudiado en la .M-a.demia de Sa.n Eneas da· Rom.."'.. y ~z-a discipillo del célebre R&:rael SB~batini. !be-sea nos dejó obl'O.s que. hoy admiramos por su coneepei-§n noble y- que nos augieren ¡a ido-a renacentista europea.• medid~. y correeta, pero menos sentida, menos e~ontánea que aquella que siendo el &lma de la Arquitectura ante. rior, nos pa.rece más nuestr&.. tal vez esa_. .ignorancia de. nc.tmas establecidas, de sujeción un tanto rlgida a principios elabor~dos por civilizaciones ya en su plenitud., hae!a. antes de. la. ccnstrue– ci6n. algo mds libre y m!s genuino., u:ct:\ emanación del ea.rtlcter nacional, Fué ~sto lo que empez6 entonces a debilitarse para per– derse por completo de-spués de la independencia.. ACll.so no tencmo.s en el cielo d~ los continuadores de ~oeaea el principi~ de una · trayeetori~ que bien inspirada al comienzo y mal llevada desp~ s nos condujo a la ru.inn de la Arquitectura colonial? Wosotros e~ p eza.m.os, en el alejamiento del foco civilizador europe-o, cuya / irradiaci6n ape~s percibíamos, a constr~r casi ~x~lusivamen~e a base de intuición y de sentimiento, y, después. por un mal c~ooi­ miento y una peor comprensión del arte constructivo, llegamos ' a la. reproducción mal entendida de formas erlrañas, a. la imi ta.ción fatal sin nexo alg>ilno con la verdadera función arquitectónica. A principios del siglo- x:ncr y posterionnente a la revolución de -1810, una onda de intenso extranjerismo empezó a invadir el campo de las construcciones. En la seg~pda mi~ad de ese siglo ya la~ c i udades habian perdido mucho de ·su caral')terística y a prin~5.pios del siglo tt estaba completamE:nte E:ntrenizada en el país la Arquitectura de imitación, aquella que se reduce a. una. copia bien o mal hecha. que subordina la solución de los proble– ma~ al efecto y a la tendencia de moda. Farece que este fenómeno fué genera l a t odas las colonias de Ibero-América; así, p(1r lo menos, lo ! ie.ce notar la decadencia de la Nrquitectura colonial de los ex~Virreinatos. El ideal de soluci6n sustentado en las an-

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