El lugar del arte: análisis de 5 casos emblemáticos de obras arquitectónicas públicas destinadas al arte contemporáneo en Santiago de Chile

237 El poder político siempre buscó ser secundado por el poder de la “Arquitectura”. La presencia de las obras de arquitectura constituye los elementos esenciales del relato que comunica el paisaje de la ciudad. La política, en cuanto praxis del arte de vivir juntos, a cualquier escala socio-territorial, siempre ha necesitado establecer denotativa y connotativamente su presencia en el espacio de lugares urbanos. (Alfonso Raposo “El ocaso del espacio ciudadano. Breve antología del Barrio Cívico”, 2009) Si bien el Centro Cultural La Moneda (CCLM) es de reciente factura, el sector donde se encuentra ubicado concentra una fuerte carga simbólica e histórica. Construido en el subterráneo contiguo al actual Palacio de Gobierno, ha servido de cimiento a la estructura política nacional sosteniendo hitos, procesos y movimientos que remecieron, y siguen remeciendo hoy, la historia del país. Al arribo de los europeos, la zona estaba habitada por “muchos pueblos y comunidades distintas, hablantes del mapudungun…” (Antileo-Alvarado, 2018, p.15). Pese a la resistencia, se fundó la ciudad de Santiago bajo el diseño del plano damero, proyectado –como se hizo en el resto de América- como dispositivo de “orden” que, por una parte, asegurara y conservara “la forma social”, y por otra, impidiera “todo futuro desorden” (Rama, 2004, p. 42). En Santiago, la planta de la nueva población se proyectó al oeste del cerro Huelén, al sur de la ribera del Mapocho y al norte de la Cañada. “En el plano fueron delineadas nueve calles que corrían de este a oeste, de las cuales solo seis atravesaban toda la planta, y otras quince calles en dirección norte-sur, las que formaron 126 manzanas…” (De Ramón, 2000, p. 17). El centro del nuevo orden colonial se XELFy HQ OD 3OD]D 0D\RU ÀDQTXHDGD SRU laCatedral, la casa de losGobernadores, la Real Audiencia, el Cabildo, la cárcel y el mercado de abastos. En el siglo XVI, los terrenos que ocupa el actual Palacio de gobierno se encontraban en los márgenes de la urbe, lindando con chacras y quintas que rodeaban la capital. Sin embargo, el crecimiento XUEDQR YHUL¿FDGR KDFLD HO SRQLHQWH y, especialmente hacia el sur de la Cañada y la Chimba por el norte, como consecuencia de la propagación de los arrabales, resituó el área, quedando ubicada, hacia el siglo XVIII, dentro del perímetro urbano capitalino, a pocas cuadras del centro del poder. Hasta la década de 1780 en la zona se ubicó el Colegio Carolino. En 1784, la gobernación de Chile adquirió la propiedad para construir la Casa de Moneda, una de las instituciones que el reformismo borbónico del siglo XVIII estableció en la Capitanía General con HO ¿Q GH UHFXSHUDU HO FRQWURO IUHQWH ORV poderes locales que, desde el siglo anterior, habían alcanzado progresivos niveles de autonomía. La Casa de Moneda fue creada en Chile por Real Cédula, en 1743. Hasta ese año, la capitanía general dependió del virreinato del Perú para la acuñación de sus monedas. En un inicio funcionó en el llamado Palacio Viejo ubicado en la calle Huérfanos y, luego de la expulsión de los Jesuitas, en las dependencias del Colegio de San Miguel, a un costado de la iglesia de la Compañía (Rodríguez, 1983, p.20-25). Vista Plaza de la Ciudadania junto al Palacio de la Moneda Fuente: Fotografía Autores Vista Plaza de la Ciudadania y Acceso al Centro Cultural Fuente: Fotografía autores

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