Estación Central/Estación Mapocho : construcciones ferroviarias en Santiago

INTRODUCCION Sin duda, los dos grandes desafíos que afrontó la arquitectura del siglo XIX frente al desarrollo científico, técnico e industrial de la época, fueron , por una parte, la entrega de soluciones a los nuevos programas arquitectónicos que surgieron y, por otra, la respuesta adecuada a las nuevas exigencias requeridas por los ya existentes. La modernidad decimonónica se caracterizó por el hu– mo proveniente de las industrias, las que alcanzaron una producción sin precedentes. El sistema productivo del período comprometió el transporte de materias primas hacia las zonas industriales y el consiguiente traslado de los productos elaborados hacia los centros consumidores. Una época difícil de imaginar sin la existencia de un medio de transporte tan eficaz como el ferrocarril , el que unió con rapidez desconocida lugares distantes e inaccesibles. Desde este punto de vista, el ferrocarril fue el invento más notable de la revolución industrial. La locomotora, impulsada por vapor proveniente de la combustión del carbón, no necesitó más que del rápido tendido de rieles y de la construcción de puentes para contribuir al progreso y poblamiento de extensas zonas en todo el mundo. Por ello desplazó, en gran medida, a otros medios de transporte marítimos, lacustres y terrestres. . Nació, por consiguiente, un nuevo programa arquitectó– nico: las estaciones de ferrocarriles. Estas debían ser espacios cu– biertos, donde los trenes pudieran ser abordados con comodidad por los pasajeros, además debían ser funcionales atendiendo a las ta– reas de carga y descarga de distintos tipos y tamaños de equipajes. 11

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