Más comunidad más prevención: manual para gestión local de seguridad

Manual: Más Comunidad Más Prevención 32 Capítulo I. Conociendo la seguridad ciudadana en el gobierno local • El cambio en la gestión Comprender el cambio como un proceso dinámico que contempla varias aristas es fundamental cuando se piensa en generar una estrategia de seguridad ciudadana integral, que contemple un trabajo transversal, inclusi- vo y dinámico en la lógica de la coproducción de seguridad, entendida como el “proceso que permite que diver- sas instancias municipales, estatales y/o federales, como organizaciones de la sociedad civil, del sector privado y los habitantes involucrados participen en forma responsable en la construcción de una ciudad más segura y enfrenten de manera efectiva y coordinada los problemas de inseguridad (violencia y delito)” (Marcus-Vanders- chueren, 2004, citado en CESUP, 2014). Como se vio anteriormente, la existencia de una nueva o remozada orgánica en la materia es un buen punto de partida para dar un soporte y dotar a los gobiernos locales de una estructura que defina lineamientos a la estrategia de seguridad. Sin embargo, debe existir un alineamiento entre todos los actores del gobierno local, para que la nueva orgánica no se transforme en letra muerta, sino que por el contrario, cuente con el apoyo y compromiso de todos. En este sentido, la figura del gobernante (alcalde, intendente, gobernador, etc.) cobra un rol protagónico, ya que, en cualquier organización, para que se lleve adelante un cambio, se necesita invariablemente de un buen líder que inspire, que sea visionario y que canalice las demandas de su comunidad. Éste debe ser capaz de alinear actores en, a lo menos, dos niveles. El primero de ellos es al interior del propio gobierno local, considerando que muchas veces la orgánica interna facilita la división por parcelas que atienden temas particulares (sociales, de infraestructura, de educación, tránsito, aseo y ornato, entre otros) más que una visión de conjunto que se defina sobre la base de objetivos estratégicos comunes. En ese sentido, el apoyo técnico que pueda tener el líder en este proceso es muy importante para planificar la bajada de información hacia las otras unidades y así promover que la seguridad ciudadana se vaya transforman- do en un tema transversal, y no caer en la trampa de que al contar con una unidad técnica competente el tema sea entendido como de su exclusiva responsabilidad. Un segundo grupo de colaboradores con los que debe contar el gobernante local está dado por actores exter- nos a su gobierno, pero que tienen directa incidencia en el abordaje de las problemáticas que afectan a los ciu- dadanos: policías, poder judicial, nivel central, empresariado, microempresarios, ONG y sobre todo la comunidad. La consideración de otros agentes es clave para abordar los asuntos de seguridad y violencia, ya que evidente- mente existen acciones y soluciones que no pueden ser resueltas desde un único prisma, por lo que la partici- pación de otros actores desde el comienzo en el proceso de planificación, permitirá que se sientan parte de la intervención posterior y estén en condiciones de asumir compromisos y responsabilidades. En este sentido, contar con valores comunes y una visión compartida resulta clave en este proceso, ya que una mirada de consenso es tierra fértil sobre la cual se pueden sembrar compromisos y planificar acciones a corto, me- diano y largo plazo. Desde este punto de vista, la sensibilización es un paso necesario para los pasos posteriores. Por ejemplo, cuando en el diagnóstico se requiera información y posteriormente cuando se fijen objetivos estratégicos.

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