Radio y cultura popular de masas

El triunfo - del proyecto reformista de la democracia cristia­ na en 1964 y la alta votación obtenida por la izquierda ese a ño, señalan tanto la vigencia de una mentalidad de cambios co ino la rivalidad de las fuerzas en pugna. La disputa — a través del Estado— del "modelo de desarrollo" y el papel que "las masas" tendrán en su resolución, parecen ser los elementos claves en la ubicación que, de facto y en exclusividad, tendrá la TV hasta 1970: las universidades. La premisa básica de esta trayectoria es el enorme poder que se adjudica al medio. Se afirma que "ningún medio de comuni­ cación tiene el poder y el impacto de la TV por su capacidad para crear imágenes, formar opinión pública y determinar una escala de valores" (1). En vistas del poder del nuevo medio, la situación que se implantó de hecho pretendía salvaguardar su uso en dos sentidos : 1) evitando que obedeciera a finalidades de lucro y a inte­ reses económicos particulares, pues en tal caso toda la capacidad de influir estaría al servicio de intereses mi_ noritarios; y 2) impidiendo que el Estado se haga cargo de la TV, ya que podría ser un factor de influencias políticas que distor sione el hasta entonces "libre juego democrático". Las universidades son vistas como garantes de "la responsabili_ dad moral y cultural del país". Lo que sin embargo, parece o- (1) Actas de las sesiones del Senado de la República.

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