Transformaciones de la crítica literaria en Chile: 1960-1982

La lee como un documento social fijándose en los as pectos más externos del escenario, la lee como una crónica verídica del exilio chileno, de un exilio de gradado en que deambulan personajes viciosillos, en que se consumen psico-fármacos y cognac. Se trata de una lectura estereotipada, que desconoce el carác­ ter polivalente del texto y que omite casi por com­ pleto los aspectos relativos al punto de vista narra tivo, a la voluntad compositiva que rige la novela y a los diversos niveles de significación que porta la "legalidad interna de la obra". Negando entonces sus propios principios críticos y sus preconcepciones técnicas como exegeta, superpone a unos y otros los requerimientos del espacio público administrado. Por­ que ¿quién podría --tanto desde la realidad como des­ de la novela-- contradecir esta lectura, cuando el exi lio es un tema tabú, disponible solamente para unos pocos, un tema que públicamente sólo puede ser trata­ do con las connotaciones de una situación que tal vez ni siquiera merece los beneficios de la chilenidad? En el espacio administrado, y El Mercurio forma sin duda parte de ese espacio, sólo caben las lecturas del Jardín que no sobrepasen los límites que rigen lo público en el sistema comunicacional. Las otras lecturas, aunque respondan a la legalidad interna de la obra, están por el momento condenadas a la priva­ cidad o a aparecer en medios de comunicación a los que por razones estructurales les es imposible alean zar una difusión realmente masiva(bajo este régimenT» En este contexto de espacio público administrado los críticos que de alguna manera cumplen el rol de agen tes culturales validados tienden a practicar una crT tica no dialógica, una crítica de unificación a nom­ bre de si mismos en cuanto agentes legitimadores de ese espacio, vale decir, tienden a proyectar con m a ­ yor o menor sutileza ( 2 5 ) una postura ideológico-es- (25) Un indicio de sutileza ofrece, por ejemplo Efraín Szaulexicz en su Dicciona-. rio de la literatura chilena, Santiago,.1977, en el que Tncluye como desta­ cado escritor y literato al Presidente Augusto Pinochet.