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Por el lado del sujeto también se presentan desvirtuaciones de la actitud esté-
tica, dándose ello cuando el sujeto está marcado por el interés y cierto afán de
repercutir sobre la realidad y provocar efectos en ella. Justamente lo que se pier-
de entonces es aquello que resaltan, como veíamos, tanto Kant como Schopen-
hauer: que lo estético es esencialmente desinteresado. Y, si bien en nuestra épo-
ca estamos ya muy acostumbrados a justificar el arte en cierta íntima comunión
con la política y ciertos supuestos mensajes que comunica, desde esta mirada de
Jaspers, y, ante todo desde otros pensadores citados más arriba, ello no dejaría
de aparecer como una desvirtuación.
Cómo no reconocer en estas palabras ciertas precisiones respecto del ser del
arte que hoy por hoy de alguna manera se olvidan. Arte no es cualquier cosa,
pero de pronto pareciera que fuera cualquier cosa, exactamente como si nos pa-
seáramos en un mundo sin ley y anduviéramos de un lado para otro como en un
laberinto y más encima parece que sorprendentemente fascinados como niños.
Y – cómo no – la fuerza del arte está en su capacidad de representar en obra lo
más complejo del más sutil y profundo sentir humano, ya sea en música, pintura,
escultura, teatro, cine, o tantos otros. Y la palabra clave en esto es la transfigu-
ración de una totalidad. Es por ello que, cabría agregar, todo genuino y gran arte
es siempre filosófico, no solamente la literatura, el teatro o la poesía que, está
claro, lo son, sino también el cine.
Razón (el tercero de los modos de la actitud contemplativa)
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Al comenzar a tratar sobre la actitud racional lo primero que corresponde desta-
car es que se trata de la razón en función de una actitud del sujeto en correspon-
dencia con ella. Recordemos que la actitud racional es una de las modalidades,
junto con la actitud intuitiva y estética, de la actitud contemplativa.
Cabe decir que la actitud intuitiva, en la medida en que capta lo esencial de un
objeto, de un conjunto de ellos o de una situación, comparada con las otras ac-
titudes, es la más cercana al objeto, puesto que se abre a lo sin-límite que hay
en él, mientras que las otras actitudes delimitan al objeto, ya sea al modo de
la transfiguración artística y su aislamiento, ya sea como lo hace la actitud que
analizaremos a continuación, la actitud racional, que, separando y abstrayendo
distintos elementos del objeto, lo delimita sectorialmente en innumerables par-
tes. Y estas sucesivas delimitaciones son lo que corresponde a los conceptos. Sin
duda, por ello se suele asociar la razón con un desmenuzar, despedazar el objeto
o el fenómeno que estudia.
La intuición, vista con estos alcances en términos de cercanía al objeto y ade-
más según sus posibilidades de ser no solamente sensorial, sino intelectual o