América Latina en el mundo: Anuario de Políticas Externas Latinoamericanas y del Caribe :1993-1996

8 Anuario PROSPEL han sido pródigos en acontecimientos internacionales. México se incorporó plenamente al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA). Aunque ello no impidió el estallido de una grave crisis financiera a comienzos de 1995, ésta no ha tenido los efectos devastadores de la crisis que estalló en México a comienzos de la década anterior. En Centroamérica se empezaron a cerrar los capítulos finales de la intensa crisis que afectó al istmo y que estuvo a punto de convertirse en un conflicto bélico generalizado. En Haití, la acción concertada de la comunidad internacional, liderada por Estados Unidos, logró reencauzar el primer régimen democrático que ha conocido el atribulado país en toda su historia. En Cuba, continuaron las últimas escaramuzas de la guerra fría, representadas por el derribo de aviones civiles por parte de la Fuerza Aérea cubana y la aplicación de la Ley Helms-Burton por parte de Estados Unidos, eventos que suscitaron condenas paralelas y unánimes entre los países latinoa– mericanos y que confirman la persistencia de las interrogantes sobre el futuro de Cuba que expone Jorge Oomínguez en este volumen. En Sudamérica fuimos testigos de enfrentamientos bélicos entre Ecuador y Perú, que lograron ser conte– nidos con la ayuda de un grupo de países garantes integrado por Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos, y que han sido seguidos por una importante distensión a comienzos de este año. El problema del narcotráfico en Colombia tuvo nuevas repercusiones internacionales, que se expresaron en un visible deterioro de las relaciones con Washington. Mas allá de estos eventos noticiosos, las tendencias generales q~e se proyecta– ron en la región a comienzos de la década se han visto confirmadas. Los procesos de democratización han seguido su curso y, pese a las considerables insuficien– cias que todavía se aprecian, ratifican la condición de América Latina como la región del mundo en desarrollo en que se observan mayores progresos en este terreno. Al mismo tiempo, los procesos de reforma económica han continuado su marcha y han merecido la confianza de los observadores externos, como lo de– muestra el crecimiento de las inversiones externas en la región, incluso inmedia-

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