América Latina en el mundo: Anuario de Políticas Externas Latinoamericanas y del Caribe :1993-1996

117 La evolución del sector externo de Japón en la presente década se caracteriza por un enorme desequilibrio comercial. El superávit de la balanza en cuenta co– rriente, expresado en dólares, aumentó a un nivel sin precedentes hasta 1993 y no se ha reducido suficientemente después. Tampoco la disminución de los pre– cios de las importaciones, como consecuencia de la fuerte apreciación del yen, se ha transmitido en su totalidad a los consumidores. La situación actual se compara muy desfavorablemente con la década ante– rior, cuando la demanda interna se expandía por una aceleración del consumo privado y público, y por un elevado nivel de inversión. Para revertirla, la autori– dad se esfuerza por promover la demanda interna mediante políticas fiscales y monetarias expansivas 4 , inversión directa al exterior, importaciones de productos manufacturados (con especial énfasis en los provenientes de los países en desa– rrollo) y liberalización de las reglamentaciones pertinentes. Asimismo, en el ám– bito financiero, y en coordinación con otros Estados industrializados, se están destinando más fondos para incrementar los flujos oficiales a las naciones en desarrollo. Un cierto distanciamiento en las relaciones comerciales y de inver– sión entre América Latina y el Caribe (AL/C) y Japón, significaría que estas medi– das no han dado los frutos favorables que se esperaban para los primeros. Al definir una estrategia de cooperación económica con Japón, AL/C requie– ren tener en cuenta dos premisas básicas. En primer lugar, la región no debe esperar oportunidades inmediatas de co– mercio o inversión de grandes dimensiones, a la par con los países asiáticos. Los crecientes vínculos económicos de Japón con sus vecinos asiáticos, gracias al crecimiento económico y a las afinidades culturales e históricas, hacen difícil que los lazos económicos con América Latina y el Caribe se fortalezcan al mismo ritmo. Los empresarios japoneses comparan las condiciones macroeconómicas, infraestructura, calidad y control de la producción, orden financiero y régimen laboral que ofrecen estos países con los de los asiáticos. La región sigue sufriendo dos problemas claves: credibilidad y viabilidad. En Japón aún persiste una percepción de inestabilidad de la reforma económica y de la apertura comercial latinoamericana. Por ello, es deseable crear un entorno comercial favorable que comprenda la estabilidad política, la sustentabilidad de las reformas económicas y la reestructuración productiva, conjuntamente con el mejoramiento de la equidad. Dados los débiles vínculos existentes, la recuperación de la economía japone-

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