Palabra dicha: estudios sobre género, identidades, mestizaje

INTERVENCIÓNPARAELENCUENTROINTERNACIONAL ''POLÍTICASDEIGUALDADDEOPORTUNIDADES" (SERNAM, OCTUBRE1993) Mesa : Igualdad de oportunidades en la perspectiva de un cambio cultural. "En la cosmogonía prehispánica hay un instante inocente, perfecto, redondo: Coatlicoe, la diosa, barría. Y entre la cotidiana acción del barrer y la acción del 1nitose interpone una ligera pluma, un vellón que penetra y deja w1a huella en su cuerpo, huella nada menos que del dios terrible, del dios guerrero, de l-Iuitzilopochtli: Antes de engendrar al sol, Coatlicoe barre, simplemente. Es decir, la diosa es primero que nada, un ama de casa. Si el vellón no se hubiera interpuesto entre el sencillo acto de barrer y el cosmos, Coatlicoe seguiría siendo una mujer que antes de cocinar o de zurcir ordena su domesticidad" (Margo Glantz en "La modernidad empieza con la aguja"). El pe1iplo de esa mujer que se desplaza desde el simple acto de barrer a ser diosa, 1nadre del Sol, penetrada por el guerrero, bien podría ser unametáfora del movuniento que las mujeres han realizado desde la inauguración de lamodentidad: movimiento s imultáneo de liberación y coerción; de ganancias y pérdidas; de sacrificios y placeres. Y es a ese proceso al que deseo refetirme, intentando conectar los conceptos de género, cultura, igualdad y difereL1cia. En primer lugar es preciso señalar que, desde nuestra perspectiva, la cultura constituye el espacio de intersección de valores y prácticas articuladas en diversos s istemas s in1ból icos. Por ello, la cultura no está constreñida a las artes, ni a la educación, sino que al ethos, a una forma determinada de morar en el mundo. En este sentido, la cu ltura no es un espacio osificado ni cosificado, sino que es el sitio vital de producción y reproducción de representaciones, de los límites entrevida y muerte, de los ho1izontes de lo posible y de lo imposible; por ello la cultura es historia y movimiento; creación humana por excelencia, está sujeta a los avatares de los can,bios, las continuidades, las rupturas. Cuando hablamos de culturas estamos, entonces, hablando de pluralidades; puesto que desde los inicios de la humanidad hasta hoy día, los gtupos humanos han conservado sus especificidades, sus lenguajes, sus formas de comprender el mundo y las cosas, sus modos de producción y circu!ación. La cultura, en tanto código, nos permite visualizar lasuniversa I idades y las singularidades, las semejanzas y las diferencias entre las sociedades. El género, es decir la construcción social de las categorías de lo fernenino y masculiJ10, emana de la cultura. Parece haber acuerdo en sostener que este concepto implicó una ruptura 94

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