Palabra dicha: estudios sobre género, identidades, mestizaje

Matelart en la década del 60-de tener e1npleadas " puertas adentro", "alguien que sirva". Paradojas de la "liberación" de las mujeres en nuestros países tercermundistas: el acceso al trabajo fuera del hogar sólo es posible si existe otra mujer que viva dentro del hogar y haga las labores de aseo, de socializaciónde los niños, de mantención del efunero ordendoméstico 1 • Esa otra 1nujer es, en una gran mayoiia de los casos, una mujer 1napuche, una ca1npesina, una pobladora. Así las diferencias de clase y de etnia se reproducen cotidianamente en casi la totalidad de las famiJjas de clases altas, medias y medias bajas de nuestra ciudad; djferencias que se cruzan en un movimjento complejo en donde las nociones de desigualdad, afectividad, ascenso social, 1nímesis, rencor, poder, amor -entre otras- se entremezclan, coe,ustiendo o primando a veces unas sobre otras. Es claro el hecho de que esas nociones pueden desplazarse entre los sujetos que interactuan en el espacio del trabajo doméstico, la métafora de la " co- madre"2 revela cómo la patroDa o la empleada pueden representar simbólicamente el papel de la "otra 1nadre", dela "comadre" (en el sentido de la institución del comadrazgo y en el figurado de la amistady cotorreo entremujeres) indistintamente; pero entrañando esa misma figura una desigualdad en términos de poder. En este apaitado, mostraremos algunos de los rasgos del empleodoméstico, adentrándonos en las conceptualizaciones y experiencias de las principales actoras del mismo: empleadas y patronas, porun lado; sindicatos y agencias de empleo, por el otro. Setrata deun breve recorrido por el intrincado mundo de las relaciones entre etnias, clases y géneros. l. Empleo doméstico: un rito de pasaje Un análisis de las hlstorias de vida de mll!jeres mapuches de diversas edades 3 demuestra que el trabajo doméstico es un ho1izonte incoporado en la memoria cultural y que, en muchos casos, aparece comounritode pasaje a la vida adulta: constituirse en una persona independiente, conocer el inundo y poseer otras experiencias. Significa la salida del mundo rural al urbano, de la tutela del linaje a la autoresponsabilidad, de la cultura mapuche a la huinca. Un tránsito que 1nuchas 1nujeres de la propia familia ya han hecho. La escasezde tierras, la pobreza familiar, los conflictos parentales o el simple deseo de "salir' ' condicionan el movimiento de traslación al espacio de los "otros". a. Los motivos Las 1nujeres que migraron a Santiago en la década del 50 y 60 aducen, explican su salida 137

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