Palabra dicha: estudios sobre género, identidades, mestizaje

LASMULTIPLESDIMENSIONESDELEMPLEODOMESTICO Preludio En este capítulo nos adentraremos, a partiJ·de la información cualitativa,en lasformas que asume el empleo doméstico, toda vez que éste como hemos visto en los capítulos anteriores, constituye el espacio laboral fundamental para las n1ujeres 1napuches, y es el que determina en gran medida su migración de la comunidad al mundo citadino. Sin duda el trabajo de las 1nujeres mapuches como empleadas domésticas, asesoras del hogar, trabajadoras de casa particular," nanas" -entre algunos de los diversos nombres que asume el empleo doméstico- es un fenómeno que data desde antiguo. En épocas de conquistay durante la colonia y parte del pe1íodo republicano, las mapuches ya sea como botín de gue1Ta o como parte de la poblaciónconquistada ocuparon el lugar de la servidumbre, del servicio personal en las casas y haciendas de los españoles, "blancos" o criollos. Infiltradas en el 1n1mdo del otro, del dominante, en tanto sirvientas (y muchas veces concubinas) conocieron los usos y costumbres, la lengua, las maneras de mesa; ' 'desde dentro" fueron catalizando los elementos religiosos, econó1nicos y sociales, y también desde dentro fueron transmitiendo sus propias tradiciones culturales, modismos, gestos, emociones. El servicio personal enel pasado, así co1no el e1npleodo1néstico en el presente constituye un hecho social en donde se conjuntan las dimensiones de clase, de género y étnicas, y es también, un lugar privilegiado para conocer las complejas relaciones interétnicas, los traspasos mutuos de valores, los diálogos a veces plenos, a veces truncos de sujetos en posiciones sociales, culturales y económicas diferentes. Por otro lado, el trabajo do1néstico asalariado nos permite conocer una parte-de gran relevancia como lo demuestran los porcentajes entregados en los apartados anteriores- de la asunción laboral conte1nporánea de las mujeres mapuche en elmundo urbano. La experiencia laboral del empleo doméstico se configura a manera de un caleidoscopio en donde a cada vuelta del lente encontramos distintas relaciones entre las figuras. Está, por ejen1plo, la in1agen de la patrona ya sea de clase alta, inedia o media baja y la empleada: dos mujeres que en algunas ocasiones se vinculan contractualmente, en otras 1naternalmente, en otras amistosan1ente, en otras agresivamente. Espacio de interiores por excelencia, el empleo doméstico pondrá en escena un sinúmero de características de la cultura chilena, y entre ellos, la pervivencia de esa costumbre poco "1noderna" -como la catalogaron A1mand y Michel 136

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