Palabra dicha: estudios sobre género, identidades, mestizaje

contractual que se vive genéricamente. Ese seguüniento podría, ta1nbién, conduci1nos a detectar si ese "malestar", que se percibe en las vidas familiares y personales, se repite,y a poder fo1mular algunas hipótesis explicativas de las situaciones recurrentes. La lectura del informe de las fichas de los Cidem, por otro lado, nos sugiere otras cosas ünpo11antes en el átnbito de la cultura. Sin duda, inforn1ación significa poder, siginifica optar, significadiscernir. Cuando se les entrega información a las mujeres que experimentandiversos proble1nas derivados de su condición de género, se está incidiendo -a largo plazo- en cambios culturales, toda vez que el saber se transmite. La transmisión de los saberes femeninos, en nuestra cultura mestiza, es casi siempre por vía oral, de madres a hijas. Así, esa mujer que ha obtenido infonnación en relación a cómo superar laviolencia en su hogar; la que ha sabidocómo obtener alinlentos para sus hijos; la que sabe como obtener un subsidio, etc. , lo trans1nitirirá a su descendencia, a su parentela, a sus vecinas. En ese sentido la labor de los Cidem, en tanto instancia permanente, puede constituir un iJnportante soporte para transformaciones culturales que mejoren las condiciones de mujeres y hombres en nuestra sociedad. Los cambios, y así parece demostrarlo la historia de la cultura, estánmás ligados a experiencias que a discursos. Así, la experiencia sostenida en el tiempo, de mujeres que se 1nueven por sus problemas, por un lado, y por el otro, de una instancia que las informa y acoge en esas necesidades, puede ser un una vía de enonne relevancia para lograr transformaciones en el plano de la cultura y por ende en la construcción social del género. Por último, quisiera reiterar que los co111entarios que he realizado son simples trazos de una reflexión que estimo urgente realizar y que compromete una 111iJ·ada plural a las relaciones de género. Los tópicos que emergen del informe ameritan una profundidad mayorpara asirlos en su complejidad y una discusión amplia, que ojalá pueda darse a futuro, para entenderlos en su intergidad.Por ahora, bástenos con abrfrunaspequeñas rendijas en eseuniverso brindadopor las profesionales del Cidem que a lo largo del tetTitorio hicieron la experiencia dialógica, "terapéutica", y porque no decirlo amorosa, de escuchar, informar, orientar y registrar los múltiples problen1as que sufren las mujeres en el intrincado laberinto de las relaciones humanas. 101

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