Palabra Pública N° 24 2021 - Universidad de Chile

FELIPE REYES F. Escritor y editor. Ha publicado Nascimento, el editor de los chilenos (2013); las novelas Migrante (2014) y Corte (2015); el volumen de ensayos Un reflejo en el agua movido por el viento (2019); Rodolfo Walsh, reportero en Chile (2021), y en coautoría la crónica Chacarillas. Los elegidos de Pinochet (2019), entre otros libros. “Irlandeses detrás de un gato”, “Los oficios terrestres” y “Un oscuro día de justicia”, en los que narra la violencia y el hos- tigamiento entre los alumnos. En “El último verano” —una evocación sobre los últimos días del escritor publicada en el diario Página/12 —, su pareja, Lilia Ferreyra, afirma que Wal- sh “fue esencialmente un autodidacta que terminó su escuela a los veintidós años y dejó inconclusa la carrera de Letras. Y fue esencialmente un autodidacta en su formación política que estuvo atravesada por las reveladoras vivencias de sus in- vestigaciones, como los fusilamientos de Operación Masacre, ¿Quién mató a Rosendo? y El caso Stanowsky” . Pese al repudio de Walsh a sus relatos de Variaciones en rojo , es esa primera obra —leída hoy— la que señalará el rumbo de su escritura posterior, en un juego de espejos entre autor y personaje: su protagonista es Daniel Hernández, un corrector de pruebas que investiga crímenes, cuya identidad Walsh asumirá después como seudónimo periodístico. Sus re- latos posteriores, reunidos en Los oficios terrestres y Un kilo de oro , desplazan la experiencia personal para indagar en algunos momentos de la historia argentina, como en su cuento “Esa mujer”, en el que da voz al coronel que sustrajo el cuerpo de Eva Perón, o en “Cartas y fotos”, en el que narra el enfrenta- miento de clases en el ámbito rural durante el primer pero- nismo, los que son señalados como algunos de los mejores cuentos de la literatura argentina. Su incursión en el periodismo se inicia con notas sobre literatura en la revista Leoplán , pero a partir de la segunda mitad de los años 50 empezó a escribir artículos misceláneos, los fait divers que eran el sello de la publicación. Walsh se in- terroga cada vez más por el heroísmo de los más desposeídos, desplegando sin contemplaciones su crítica contra las institu- ciones. A partir de la década del 60, sus reportajes se acercan más a la crónica documental. Narradas impecablemente, se hacen cargo de la palabra de los protagonistas buscando respe- tar su oralidad, el ritmo y la textura de sus frases para acercarse a la experiencia de la gente común. En 1968, Walsh asiste al Congreso Cultural de La Ha- bana. A su regreso, pasa por Madrid, donde el mismísimo Perón le presenta al líder sindical Raimundo Ongaro. Así, se involucra en la dirección del Semanario CGT de los ar- gentinos , en el que publicará varias investigaciones —entre ellas la que dio origen a su libro ¿Quién mató a Rosendo? —, en una pulsión de trabajo que nunca se detiene, como sus colaboraciones para los diarios La Opinión , Siete Días y artículos para la revista Panorama . En diciembre de 1970, Walsh viaja a Chile. El recién asu- mido gobierno de Salvador Allende firma la nacionalización del cobre en un ambiente enrarecido luego del asesinato del comandante en jefe del Ejército, René Schneider, por un gru- po de civiles y militares de ultraderecha.Walsh se mueve por el centro de Santiago escuchando, anotando lo que luego nutrirá la crónica “La muerte de la anaconda”, publicada en Panorama en diciembre de ese año. En ella, despliega con precisión los antecedentes históricos, políticos y económicos de la resolu- ción del Estado chileno. Operación que fue considerada como una afrenta por las empresas cupríferas, de gran “potencial eco- nómico muy superior al de muchos países latinoamericanos con bandera y con ejército”, aclara Walsh, que “sirve para dar una idea del enemigo que se ha echado encima el nuevo go- bierno chileno”. También entrevista al ministro de Economía de Allende, Pedro Vuskovic, el encargado de “pilotear las expe- riencias definitorias del flamante gobierno chileno”. Al año siguiente,Walsh vuelve a Santiago. El país espera la elección municipal del 4 de abril mientras la sedición ojeaba la puesta en marcha de su estrategia golpista. Marcha por la Alameda para asistir a un acto de la UP en el Estadio Chile; se mezcla con la multitud para escuchar y registrar el pulso de la muchedumbre. Así nace la crónica “Chile: la carrera contra el reloj electoral”, en la que anota: “El episodio que presenció el enviado de Panorama ilustra el grado de pasión que domina la escena política chilena. Han caído fragorosamente los puentes que ligaban al gobierno y la oposición. Tal como pronosticó Panorama en diciembre, es la Democracia Cristiana y no la vieja derecha conservadora la que encabeza la ofensiva contra el gobierno, en una carrera contra reloj”. La última etapa en la vida de Walsh estuvo signada por su militancia política. A partir de 1973 ingresa a la orga- nización armada Montoneros, sin dejar de manifestar sus serias discrepancias con la dirigencia. Luego, la creación de ANCLA (Agencia Clandestina de Noticias) muestra sus es- fuerzos por buscar caminos alternativos de lucha al bloqueo informativo, la censura y la represión desencadenada por el golpe de Estado de 1976. Como relata Lilia Ferreyra en “El último verano”, en 1976 Walsh —ignorado por la conducción de la organiza- ción— estaba convencido de un repliegue. Perseguido, pasa a la clandestinidad y se instala en una modesta casa rural San Vicente, mientras se planteaba otras formas de acción polí- tica. “A fines de 1976 empieza a concebir la idea de escribir una serie de ‘cartas polémicas’, como él las llamó, que iba a firmar con su nombre y distribuir desde la más estricta clan- destinidad”, afirma Ferreyra. Una de esas cartas fue la que logró enviar antes de su muerte, una reflexión sobre las razo- nes y consecuencias del golpe militar. El rigor de su análisis y la retórica de su prosa pervive como un testamento ético, como la síntesis de su poética y el legado de un escritor que no claudicó frente al poder, siempre “fiel al compromiso de dar testimonio en tiempos difíciles”. Hoy no dejan de reeditarse sus libros, y adquiere mayor interés la recopilación de su periodismo y sus escritos disper- sos; en una época en la que se imponen y retuercen realidades alternativas y verdades ambiguas, la palabra viva de Walsh — inteligente, rebelde e incisiva— se vuelve imprescindible. 40

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