Palabra Pública N° 24 2021 - Universidad de Chile

En tus libros y en Mi legado nazi (2015), el documental que hi- ciste con Niklas Frank y Horst von Wächter sobre el rol de sus padres como oficiales nazis, planteas la pregunta de la coexistencia, es de- cir, cómo cohabitar con gente que niega el pasado, como lo hace von Wächter con su padre. ¿Qué res- ponderías hoy? —Es muy difícil. Conozco a Horst hace diez años y nuestra relación está en un momento muy difícil, porque se niega a ceder. Creo que es un me- canismo de sobrevivencia que permite vivir el día a día. Y es lo mismo que he visto esta semana en Santiago, la frus- tración de hijos y nietos me es muy familiar. Tu pregunta es muy personal para alguien que vive en Chile, y esta semana me he cuestionado muchas veces cómo logran vivir juntos. He en- trevistado a gente de ambos lados y es como si vivieran en mundos diferen- tes. Pasé de una casa en Renca directo al Club de Golf Los Leones. No hay coexistencia posible entre esas dos co- munidades, no hay entendimiento ni deseo de entender. Me sorprendió pro- fundamente. Ese mismo día en el club de golf le pregunté a alguien cómo veía las elecciones y me dijo que estaba muy preocupado porque los comu- nistas habían regresado, que estaban en todas partes. ¿En serio? ¿En 2021? ¿Cómo puedes tener una conversación con esos niveles de paranoia y desde un club de golf? Fue muy surrealista, y hace la convivencia muy compleja. *** Philippe Sands va y viene entre sus roles de escritor y abogado. A pesar del éxito de sus libros no ha dejado la práctica profesional, que lo ha llevado a casos como la acusa- ción contra Myanmar en 2019 por el genocidio de la población Rohin- gya. Su último trabajo, sin embargo, fue de otra naturaleza. En 2020 fue invitado por la ONG Stop Ecocide International para copresidir el grupo de expertos que redactaría la primera definición del crimen de ecocidio. Pa- recería un tema fuera de sus intereses, pero no lo es. Fue la primera persona en impartir un curso universitario so- bre Derecho Internacional de Medio Ambiente en el Reino Unido, clase de la que sigue siendo profesor, y nego- ció la Convención de la ONU sobre el Cambio Climático de 1992. El panel presentó sus resultados en julio de 2021. En su primera de- finición, ecocidio es entendido como “cualquier acto ilícito o arbitrario per- petrado a sabiendas de que existe una probabilidad sustancial de que cause daños graves que sean extensos o du- raderos al medioambiente”. “Acepté porque a pesar de que había sido escéptico de intentos pre- vios para definir ecocidio, estoy cada vez más preocupado por el estado del medioambiente”, explica. “Y creo que haber estado expuesto de forma tan directa al trabajo de Lauterpacht y Lemkin en los años 40 me ha influen- ciado mucho. Te puedes quedar sen- tado y vivir tranquilamente, ir al cine y de vacaciones, o puedes hacer lo que ellos hicieron y pensar en cómo marcar una diferencia en el mundo. No estoy diciendo que el concepto de ecocidio lo logre, pero hay una opor- tunidad y hay que aprovecharla. Los conceptos de genocidio y crímenes contra la humanidad se desarrollaron en un momento hu- manitario crítico. ¿Crees que he- mos alcanzado un punto similar en el ámbito medioambiental? —Sí, y es por esa razón que esto se hará realidad. No tengo ninguna duda de que ecocidio será adoptado por la Corte Penal Internacional, la pregunta es cuándo y con qué carac- terísticas. La definición que propusi- mos es un borrador, va a evolucionar. Pero la respuesta mundial ha sido increíble. Hay una energía circulan- do en torno al tema que no puedes volver a encerrar y controlar. No es que crea que es una solución mági- ca y que todo cambiará de repente. Pero va a impactar en la conciencia general. Las nuevas generaciones es- tán preocupadas por esto también, es la primera vez, en todos los tra- bajos que he tenido, que mis hijos me dicen “al fin estás haciendo algo útil”. Definir ecocidio no va a preve- nir que hechos así ocurran, pero le va a decir a la gente, tal como pasó con el genocidio y los crímenes contra la humanidad, “no puedes hacer esto, no es aceptable”. «Me he cuestionado muchas veces cómo logran vivir juntos [en Chile]. He entrevistado a gente de ambos lados y es como si vivieran en mundos diferentes. Pasé de una casa en Renca directo al Club de Golf Los Leones. No hay coexistencia posible entre esas dos comunidades, no hay entendimiento ni deseo de entender». Ruta de escape Anagrama, 2021 Calle Este-Oeste Sobre los orígenes de "genocidio" y "crímenes contra la humanidad" Anagrama, 2017 38

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