Palabra Pública N° 24 2021 - Universidad de Chile

nética social. Bajo el lema que ya pregonan los empresa- rios por doquier: “¡El trabajo en línea llegó para quedarse! ¡Bienvenida la optimización de recursos! ¡La uberización del empleo es la alternativa! ¡Toda crisis genera una opor- tunidad!”, se expresa algo más que una nueva reestructura- ción del trabajo posfordista, esa mutación radical a la que asistimos desde hace cuarenta años y que se ha convertido en el escenario que hoy damos por sentado: globalización, flexibilidad, disolución de la organización sindical, despla- zamiento del trabajo material a fábricas con mano de obra barata o trabajo esclavo, atomización del trabajo inmaterial con el celular como oficina full time , apoteosis del consu- mo, gobierno psíquico del algoritmo, etceterísima. Si antes de la pandemia la fábrica ya estaba en todas partes, incluida la química de nuestro cerebro, ¿qué hay de nuevo ahora? Se trata de la propensión capitalista a colonizar y debilitar ex- tensivamente los últimos rincones de la vida. Sobre todo de aquella vida que había descubierto en su fragilidad un for- ma de potencia, la posibilidad de fraguar precisamente una vida otra (una vida-en-común), agrietando sensiblemente esos mecanismos de gobierno y esas conductas gobernadas. La pérdida de consistencia que se designa con la palabra crisis no siempre alcanza la contundencia capaz de derrumbar hábitos y representaciones. Pero hay ocasiones que obligan a pensarlo todo de nuevo. Diego Sztulwark No quisiera omitir aquí esa grieta, ese umbral. Hacerlo se- ría omitir demasiado. Sería: omitir la fuerza afirmativa y vitalizadora entrelazada con la revuelta, la alegría del cuerpo colectivo luchando por mantener con vida la vida misma, aun en su gemido de muerte, Umjetnik radi (Artista trabajando) (1978), Mladen Stilinovic. Fotografía en blanco y negro 8 x (30 x 40 cm). Crédito: Cortesía de Branka Stipančić, Zagreb 27

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