Palabra Pública N°35 agosto - septiembre 2025 - Universidad de Chile

¿Por qué este periodo, siendo tan importante, había sido poco explorado? —Eramuy difícil para las personas extranjeras conocer realmente México. Hay que estar acá para darse cuenta de ciertas complejidades que no se entienden bien desde otros lugares. Por ejemplo, Alfonso Calderón en los 70 publicó un libro donde recopila todos los poemas y cier- tas crónicas que Mistral había escrito de México, pero está solo enfocado en la obra. No hace un estudio de su biografía en profundidad, solo dice de manera muy rápi- da que fue a hacer la revolución y la reforma educativa con Vasconcelos. Pero cuando uno está en México se da cuenta de que la reforma educativa está en el contexto posrevolucionario y que es un período muy complejo. Había militares en el poder y asesinatos políticos, todas eran instituciones nuevas y Mistral, como extranjera, estaba en un lugar muy complejo, porque México es un país muy nacionalista, y son muy pocas las personas extranjeras que participaban. Entonces, es imposible afirmar que ella hizo la reforma educativa. Pero sí tuvo un rol importante. Tenía un sueldo similar al de Diego Rivera, tenía un estatus alto y estaba enfocada en pro- mover la creación de bibliotecas móviles y el rol de los maestros en la sociedad, y en hacer los dos o tres libros que le habían encargado, además de escribir poemas y artículos políticos, que fue lo más importante. Mistral se dedicó a legitimar el gobierno del general Álvaro Obre- gón en ese momento ante el contexto mundial, porque él era un militar en el poder y su gobierno no estaba reco- nocido por Estados Unidos. ¿Cuál fue la importancia de adoptar una epistemolo- gía feminista en tu investigación? —Lo que hago es dejar muy claro que Mistral en esos años no es parte del movimiento feminista. En México sí hubo un movimiento feminista en esa época, fuerte, que es el movimiento de Yucatán, donde las feministas proponían amor libre y anticoncepción, y Mistral esta- ba absolutamente en contra de ambas posturas. Gracias a la metodología feminista pude dar explicaciones más profundas, sin falsear la historia ni construir una Mistral que no existe, sino más bien aprovechando esas tensio- nes para identificar diferentes posturas, porque ella sí trabajó por los derechos de las mujeres, pero no lo hizo desde una militancia feminista. En 1922 Mistral era desconocida para la mayoría de los mexicanos. ¿Cómo se explica entonces que la Se- cretaría de Educación Pública inaugurara una escuela con su nombre o que el presidente solicitara un trato de huésped de honor? —Mi hipótesis es que el gobierno mexicano necesitaba validarse de alguna manera y encontraron en Mistral una posibilidad de tener una figura que pudiera influir políti- camente. Ella llegó para participar activamente como una intelectual pública, como una persona habilitada para de- cir cosas que en ese momento eran complejas de sostener, como que las mujeres tienen derecho a ir a la escuela. ¿Cuáles son las estrategias que usa para insertarse en el campo cultural mexicano? —Fue muy inteligente en hacer vínculos con los principales escritores del momento. Mistral construyó vínculos amplios, con escritores revolucionarios, pero también con escritores exiliados. Al ser extranjera tuvo la posibilidad de vincularse con todos, no solo con los que tenían el poder. Además, escribió sobre México en México. Se puede ver en Lecturas para mujeres , Ternura , Tala y Lagar , que son libros posteriores donde hay mu- chos poemas mexicanos, y se puede ver también en sus crónicas, en la prensa. Entonces, la primera estrategia fue crear vínculos con dueños de imprentas y editoriales y personas que pertenecían a círculos literarios; y la se- gunda fue escribir sobre México. ¿Por qué crees que en los últimos años Mistral ha te- nido una suerte de boom editorial? —En 2007 se dio a conocer el archivo total de Gabriela Mistral, que estaba en manos de su albacea, y eso abrió una posibilidad para muchas personas, tanto en Chile como en el extranjero, de crear nuevas compilaciones, de buscar nuevos temas. Por ejemplo, la ecología, que en la obra de Mistral es muy importante. Tal vez en su mo- mento histórico no era valorado, pero hoy necesitamos esa postura. Es muy importante también para la gente joven saber que nuestra máxima escritora, la primera persona latinoamericana en ganar un Premio Nobel, fue lesbiana. Me parece fundamental que las niñas y los ni- ños tengan estos ejemplos históricos, porque nos ayudan a deconstruir la homofobia. Mistral vivió una vida van- guardista y eso no se sabía antes. “Encontraron en Mistral una figura que pudiera influir políticamente. [Ella llegó a México] como una persona habilitada para decir cosas que en ese momento eran complejas de sostener, como que las mujeres tienen derecho a ir a la escuela”. 46

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