Palabra Pública N°34 mayo-junio 2025 - Universidad de Chile
Unos días antes de escribir estas líneas, un equipo de in- vestigadoras/es de la empresa Colossal Biosciences logró generar un animal que denominaron “de-extinto”, gracias a lacombinacióndedos técnicasdeavanzada: lasecuenciación de adn antiguo (desde restos fósiles) y la edición genómica. Primero, secuenciaron adn de una especie que se extinguió hace unos 10.000 años ( Aenocyon dirus ), lejanamente em- parentada al lobo gris ( Canis lupus ). Luego, examinando las principales diferencias entre las secuencias deadnde ambas especies, tomaron células de C. lupus y realizaron la edición en alrededor de 20 sitios de su genoma demanera que ahora fueran idénticas a las secuencias de Aenocyon . Editaron, de- liberadamente, genes relacionados con el color del pelaje, la forma del cráneo y mandíbula, y el tamaño general del orga- nismo, con el fin de intentar replicar las características más evidentes (y mediáticamente llamativas) del animal extinto. Por último, con estas células editadas, generaron embriones que llevarona términousandoperras comomadresnodrizas. Nacieron los lobeznos y se declaró triunfalmente la “de-ex- tinción” de este organismo, replicando lo que la ficción nos brindó con Jurassic Park y los dinosaurios resucitados. Aun- que los científicos del área tenemos nuestros reparos con la forma y la necesidad de hacer este ejercicio, no podemos ig- norar las importantes lecciones que nos deja. Por un lado, los genomasmuestranunaaltadosisdeestabilidadenel tiempo, y la acumulación de pequeñas variaciones en la secuencia de adnconllevadiferencias fenotípicasdirectamente relaciona- das con la adaptación a las circunstancias de un lugar y un tiempo. En este caso, diez mil años no es nada, y fue relativa- mente fácil duplicar el fenotipo ancestral revirtiendo algunas secuencias genómicas de un animal viviente; no es claro que, con mayor distancia evolutiva, sea tan obvia la restauración de fenotipos perdidos. La empresa Colossal defiende su in- versiónargumentandoque podríausarse esta estrategia para proteger especies amenazadas o extintas por causa humana. Pero también surge como inquietud el nivel de pericia que estamos alcanzando con la manipulación genética de orga- nismos complejos, desarrollo que requiere más reflexión, discusión y análisis crítico. Adviértase que ya tenemos un genoma bastante completo de Homo neanderthalensis y, con la misma técnica de los lobos, a algún biotecnólogo aventu- rero se le podría ocurrir un demencial experimento digno de Mary Shelley. Para tranquilidad de los comités de ética que revisan este tipo de propuestas, al menos en el establishment científico, hayunaprohibición total de realizarmanipulación genética en humanos con fines reproductivos. Pero no deje- mos de tener presente que hemos llegado al punto —como especie— de tener en las manos la posibilidad de encauzar nuestra evolución biológica en direcciones que no dependen de los mecanismos tradicionales de cambio, como la selec- ción natural. Por lo mismo, es fundamental que tengamos la claridad necesaria como para valorar lo que el relojero ciego —como lo llamóel biólogoRichardDawkins—ha construido sin nuestra intervención. Sanderson, Bill. La familia de Laocoonte enredada en espirales de adn (1990). Crédito:Wellcome Trust Limited /Wellcome Institute 7
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