Palabra Pública N°34 mayo-junio 2025 - Universidad de Chile
la criatura sueña con paisajes ma- rinos, los que aparecen a través de escenas en blanco y negro como re- velados de celuloide. Animalia Paradoxa puede ser cata- logada como un relato distópico, de esos que se sitúan en un futuro ima- ginado con las miserias del presente, y que en muchas ocasiones nacen de algún evento de tipo apocalíptico. Esto se anuncia al inicio del filme con la escena en que se abren unas cortinas rojas (como de un teatro de títeres), detrás de las que aparece una pantalla televisiva antigua donde se proyectan diversos fotogramas que dan cuenta del evento apocalíptico: estallidos nucleares, incendios; los que son intercalados con escenas algo borrosas que evocanel estallido social chileno de 2019. Esta referencia local, no del todo evidente, surge también cuando consideramos que esta pelí- cula fue en parte filmada en el Centro Arte Alameda, que se encuentra hoy en ruinas luego del incendio sufrido durante el mismo estallido. Es quizás este gesto, que no se presenta de ma- nera clara o coherente, el que genera alguna complicidad con los aconte- cimientos sociales y políticos, y que permite que ese futuro distópico ima- ginado pueda ser interpelado desde las miserias y potencias del presente. Durante todo el relato, Atallah se sirve de diversos artilugios artísticos, propios de la ilusión óptica cinema- tográfica, combinados también con otras artes escénicas, registros fíl- micos analógicos, animación stop motion , teatro de marionetas, per- formances y danza contemporánea; elementos que despliega con los códi- gos de la distopía y el cine fantástico. Así, Animalia Paradoxa construye un relato que no fluye a la manera de una narrativa clásica y/o espectacular que se presenta clara y coherente al espectador; por el contrario, la com- binación de estos elementos produce algunas disonancias audiovisuales que refuerzan la apuesta del director por una experimentación que resalta la cualidad física de los objetos, de las imágenes y los cuerpos, con un montaje que también aboga por la plasticidad a la vez que cubre el re- lato con una capa enigmática, y que vistos en su orquestación nos hablan del privilegio de desarticular los me- canismos de la percepción. Es posible considerar, entonces, que la apues- ta de la película está también en la facultad imaginativa de Atallah, su libertad creativa, su espíritu “jugue- tero”, que emerge sobre todo al final, cuando nos alejamos del mundo dis- tópico e ingresamos en las ilusiones del personaje. Sin embargo, es posible que el escenario distópico le ponga algunos límites a una imaginación más radical, y que ese desarme y rear- me de los artilugios de las imágenes en movimiento no consiga sorpren- dernos con otras sensibilidades más allá de la catástrofe del presente y el futuro. Puede ser, quizás, que ya es- tamos demasiado adormecidos y sea momento de eliminar el fade out de la escena final, el cierre de cortinas del teatro, para arrojarnos también noso- tros al océano de lo real y llegar con el personaje hacia el mar, compartir su ilusión. Algo así como lo que cantaba Spinetta: “Yo quiero ver un tren”. animalia paradoxa 2024, Chile, 80 minutos Dirección y guion: Niles Atallah Elenco: Andrea Gómez Productoras: Diluvio / Globo Rojo Producciones Globo Rojo Films 59
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