Palabra Pública N°34 mayo-junio 2025 - Universidad de Chile

L a primera proyección de los hermanos Lumière, de la que este año se cumplen 130 años, inauguró la posibilidad de percibir en pantalla el movimiento de la vida cotidiana, un tren acercán- dose a la estación, unos obreros saliendo de una fábrica. Las imágenes del presente como registro y docu- mento adquirían movimiento gracias al desarrollo tecnológico, a la vez que comenzaban a adies- trar a nuestro ojo para olvidar a la máquina y sus operacio- nes en pos de una impresión de realidad. Sin embargo, en los orígenes del cine in- tervienen también otros aparatos y elementos que no necesariamente se inscriben en la historia de las grandes invenciones científicas. Nos referimos a los artefactos de ilusión y entretenimiento que se anunciaban a viva voz en las ferias: los espectácu- los de la linterna mágica, números de magia basados en ilusiones ópticas. En este caso, las imágenes en movi- miento se vinculan más a puestas en escenas, un cine-teatro que de a poco irá manipulando el nuevo dispositivo para inventar historias, liberar la ima- ginación y crear fantasías. Georges Méliès es una de las contracaras del nacimiento del cine, y no es casual que además de ilusionista y cineas- ta, fuera un fabricante y vendedor de juguetes. Así confluyen en el cine el desarrollo tecnológico y su ansiedad por capturar lo real, como también la magia y la ilusión que, a partir de trucos artesanales, no dejó de inven- tar mundos e imágenes jugando con luces y sombras. Niles Atallah es uno de estos direc- tores que tiende a ser juguetero, de esos que les gusta abrir las máquinas para interrumpirelmovimientoauto- mático de las cosas. Como parte de la productora Diluvio, que integra jun- to a Joaquín Cociña y Cristóbal León, ha dirigido los largometrajes Lucía (2010), Rey (2017) y Animalia Para- doxa (2024) —esta última producida junto a Globo Rojo Producciones—, y también ha formado parte del equi- po de otras producciones de este laboratorio audiovisual, tal como se hacen llamar. En su nueva película, la juguetería cinematográfica de Ata- llah imagina y elabora un mundo sombrío y posapoca- líptico en el que una criatura humana-anfibia lucha por sobrevivir frente a la esca- sez de agua. En busca de este preciado recurso, la prota- gonista recolecta diversos objetos del edificio en rui- nas por donde se desplaza —coreográficamente— para intercambiarlos por unas gotas de agua con un extraño per- sonaje. En un ambiente de ruinas y criaturas semihumanas, este per- sonaje encuentra un reproductor de cinta en el que escucha hablar del mar, y así comenzará su anhelo por alcanzarlo, por llegar al océano. Mientras se acuesta en su tina, donde va acumulando el agua recolectada, laura lattanzi Académica del Departamento de Teoría de las Artes de la Universidad de Chile. Doctora en Filosofía conmención en Estética y Teoría del Arte. Se ha especializado en teoría estética, teoría política y artes audiovisuales. Animalia Paradoxa, de Niles Atallah Ilusiones de futuro cine palabra crítica "Es posible que el escenario distópico le ponga algunos límites a una imaginaciónmás radical, y que el desarme y rearme de los artilugios de las imágenes enmovimiento no consiga sorprendernos con otras sensibilidades más allá de la catástrofe". 58

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