Palabra Pública N°34 mayo-junio 2025 - Universidad de Chile
bró la exYugoslavia (1991-1995). Por casi veinte años, fue el economista jefe del departamento de estudios de esa institución, experiencia que alimentó su libro La era de las desigualdades. Dimensiones de la desigualdad internacional y global (Editorial Sistema, 2006). En él, Milanović madu- ró su contribución a los estudios de desigualdad: hay que comprenderla globalmente y no solo como la desigualdad de ingresos de los ciudadanos de un Estado en particular. Los datos indican que se ha incrementado la desigualdad interna en los países, sobre todo en Estados Unidos o en Europa. Sin embargo, el economista plantea que hay que ver más allá de las fronteras de los Estados nación; hay que fijarse, más bien, en el estado de la desigualdad de ingresos en el mundo. O, en otras palabras, entre un ciudadano de Nigeria y uno de Canadá. Porque la historia de la desigual- dad en el siglo xxi a escala global muestra una imagen distinta: “El mundo está creciendo de formamás equitativa de lo que lo ha hecho por más de 100 años”, explica. El cre- cimiento de China y otros países asiáticos ha contribuido a esto. Además, la distancia entre los más pobres de los paí- ses ricos (ocde) y los más ricos de los países más pobres ha disminuido. Es lo que ilustra el llamado “gráfico del elefan- te”, que, en rigor, es la curva de incidencia del crecimiento que Milanović y su colega Christoph Lakner publicaron en 2013 para describir la evolución de la desigualdad de in- gresos interpersonal global entre 1988 y 2008, entre el fin de la Guerra Fría y la crisis financiera de fines de la década del 2000. Los datos (y el gráfico) ilustran cómo las perso- nas más ricas del mundo —domiciliados en su mayoría en países ricos—lo sonmuchomás que en el pasado, mientras que las más pobres —la mayoría, en África— están apenas un poco mejor que antes. En América Latina, por ejemplo, la desigualdad ha disminuido. Sin embargo, que algo me- jore —en este caso, la brecha de desigualdad—no significa que sea lo óptimo. Ensuúltimo libro, Miradas sobre ladesigualdad ,Milanović explora qué dijeron y cómo conceptualizaron este fenóme- no François Quesnay (1694-1774), Adam Smith (1723-1790), David Ricardo (1772-1823), Karl Marx (1818-1883), Vilfredo Pareto (1848-1923) y Simon Kuznets (1901-1985). Autores que vivieron en diferentes siglos, cruzados por una varie- dad de fenómenos políticos y económicos, y con distintos B ranko Milanović (Belgrado, 1953) es lo que algu- nos llaman un intelectual público: hace más de una década alimenta un blog sobre economía y desigualdad y mantiene el substack “Global Inequality and More 3.0”, con más de 18 mil suscriptores. Al año, da docenas de conferencias y publica un sinfín de artículos de opinión en medios como The Guardian , The Fi- nancial Times , LeMonde o El País . Transita por x y, si lo busca en YouTube, encontrará podcasts y otras intervenciones so- bre economía y desigualdad en un estilo fácil de seguir. Si guglea “Branko Milanović”, aparecerán las docenas de artículos y libros que ha publicado desde que se doctoró en 1987 con una tesis sobre la desigualdad de ingresos en la entonces Yugoslavia. Al momento de sostener esta con- versación, Milanović es investigador del Graduate Center y del Stone Center for Socio-Economic Inequality de la City University of New York (cuny). La excusa: su libro más re- ciente ha sido traducido al español bajo el título Miradas sobre la desigualdad: De la revolución francesa al final de la Guerra Fría (Taurus, 2024), un texto que ha sido considera- do “una contribución innovadora y esencial” para delinear la historia del pensamiento económico y los estudios so- bre desigualdad. El aporte de su obra es tal, que algunos reportes de prensa lo mencionan incluso como un posible candidato al Premio Nobel de Ciencias Económicas. —Creo que lomejor es ignorar [esos comentarios] porque uno no puede hacer nada. Y, honestamente, no creo que vaya a pasar—confiesaMilanović desde Nueva York, donde vive hace varias décadas—. No estoy en contra del premio, pero genera críticas, como que depende del Banco Central de Suecia. Yo mismo he sido crítico. Ha reconocido a mu- chos que trabajan en temas financieros, mercado de valores o administración monetaria porque, por supuesto, son los temas en los que un banco central estaría interesado. Pero, en general, es bueno que exista, porque llama la atención sobre distintos tipos de trabajo que, de otra manera, tal vez no se conocerían porque no abordan áreas tan populares. El mundo es ancho | A fines de la década de 1980, Branko Milanović postuló a un trabajo en el departamento de es- tudios del Banco Mundial y no regresó a su país. Tampoco había un país al cual volver, pues la guerra civil desmem- 29
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