Palabra Pública N°34 mayo-junio 2025 - Universidad de Chile

contra el cinismo columna “Tú que te liberas de las metáforas, piensa en los otros (los que han perdido su derecho a la palabra)”. —Mahmud Darwish “Si puedes mirar, ve. Si puedes ver, repara”. —José Saramago, Ensayo sobre la ceguera E n un texto de 2012 titulado “Cuerpo y representa- ción: escalas de la percepción”, el filósofo Sergio Rojas advierte de los efectos del mundo global en la percepción del sujeto. Abrumado por imá- genes de todas partes, el sujeto tiene la sensación de no poder comprender la realidad, de haber perdido la esca- la de su relación con el mundo y estar solo consumiendo imágenes de lo real. Su reacción, entonces, es volcarse hacia sí mismo: “ Cinismo es el nombre más adecuado para esta actitud que vive solapadamente la desesperanza como si fuese la conquista de la soberanía”. Cincuenta años antes de esta publicación, Marshall McLuhan acuñaba el concepto de “aldea global”, bajo el cual las microescalas de las pequeñas comunidades se de- sarrollarían a nivel global, dándonos una inédita sensación de cercanía con hechos y personas que acontecen a distan- cias inabarcables del globo. Estas perspectivas nos podrían llevar a la conclusión de que el asunto del consumo inmediato de acontecimientos de todas partes del mundo no tiene nada nuevo. Las redes sociales y los portales digitales de noticias nos informan en tiempo real tanto del show de Rihanna en el medio tiem- po del Super Bowl estadounidense, como de los últimos ataques y muertos de la guerra entre Rusia y Ucrania. Un montaje sin continuidad aparente entre un hecho y otro parece ser una nueva versióndel inicio de laGuerra del Gol- fo—transmitido en vivo por cnn —y las horas de televisión con noticias de Vietnam en el Estados Unidos de los años 60 y 70. Tanto entonces como ahora, la noción de verdad en estas formas de comunicación se mezcla fuertemente con la de verosimilitud. El sujeto ya no solo no sabe qué hacer , como apunta Rojas, sino que tampoco sabe distinguir lo real de lo falso, identificar cuáles son los montajes de imá- genes que levantan un discurso favorable a algún poder. He tenido la constante impresión de que las imágenes que proliferan en cantidades terroríficas de los ataques de Israel contra Gaza son las más atroces que me ha tocado ver en mis 43 años de vida. Lejos de las imágenes inven- tadas por la actual y asombrosa tecnología, los videos y fotografías de niños y niñas palestinas, tan reales, no llegarían a nosotros si no fuera por la impactante capa- cidad de conexión global que tenemos hoy. Sin las redes, es probable que no nos enteraríamos de la magnitud del genocidio, su violencia y la total indiferencia de los po- deres del mundo, tal como la prensa filtró e impidió que llegaran a nosotros las imágenes más cruentas de Ruanda, Bosnia o las Torres Gemelas. Sin embargo, y en esto se- guimos a Rojas, la paradoja de estar asistiendo en tiempo real a la peor masacre del siglo xxi viene aparejada con la total impotencia de acción. “ Dejar de seguir . Es así de sen- cillo. La imagen de la cabeza de un niño asomada entre las ruinas de un edificio —sus ojos entreabiertos, una lágri- ma atravesando la piel plomiza y la feroz pregunta: si aún respira—me confronta a esa decisión. Dejar de seguir. De ver. Dejar de saber”, apunta la escritora Alia Trabucco Ze- rán en su texto “Mil imágenes, una palabra: ver y nombrar Palestina”, publicado en este mismo medio. Sin las redes sociales, es probable que no sabríamos la magnitud de lo que está ocu- rriendo en Gaza, tal como la prensa filtró e impidió que llegaran a nosotros las imáge- nes más cruentas de Ruanda, Bosnia o las Torres Gemelas. Sin embargo, la paradoja de estar asistiendo en tiempo real a la peor masacre del siglo xxi viene aparejada con la total impotencia de acción. Esa es, en po- cas palabras, la inconmensurable crueldad del mundo conectado. paula arrieta gutiérrez Académica del Departamento de Teoría de las Artes de la Universidad de Chile. Núcleo Visualidades a tientas. 26

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