Palabra Pública N°34 mayo-junio 2025 - Universidad de Chile
defendernos o mantenernos alejados de bosques, ríos, hongos, animales, bacterias o tormentas, sino para conec- tarnos e interactuar con su lado más espiritual. Toda la tecnología debe ser una relación espiritual con el mundo, y no hay manera de establecer una relación espiritual con otros seres vivos sin inventar un artefacto que haga visible el espíritu capturado en la materia. Ante el auge del fascismo y la normalización de la crueldad, ¿cómo podemos defender los derechos humanos y promover una cultura de la empatía y la solidaridad? —Creo que también en este caso deberíamos evitar ser dominados por el miedo. Estamos atravesando un perio- do de cambios trascendentales desde todos los puntos de vista: ecológico, económico, geopolítico. Las antiguas es- tructuras se están derrumbando y, en lugar de gritar por el deterioro de los Estados (ahora reducidos a asociacio- nes de crimen legalizado), deberíamos empezar a estudiar de nuevo. Y sobre todo imaginar cómo construir nuevas plataformas de constitución política planetaria. Está cla- ro que los desafíos más importantes de nuestro siglo ya no pueden resolverse a nivel nacional. Por un lado, las finanzas producen una riqueza que ya no está vinculada a un territorio: es necesario pensar, por tanto, en una es- tructura capaz de drenar esta riqueza a escala planetaria y redistribuirla de manera equitativa. El cambio climático ha hecho que las diferencias nacionales sean completa- mente inútiles: por eso debemos empezar a considerarnos ciudadanos de un único planeta compartido por todas las especies. Por último, los riesgos sanitarios han de- mostrado que las políticas llevadas a cabo únicamente a nivel estatal son ineficaces: también por eso debemos replantearnos nuestra unidad sobre una base planetaria. En lugar de centrarnos en los horrores, debemos esforzar- nos por construir alternativas. Los Estados nación ya no pueden proporcionarnos la felicidad y la justicia que ne- cesitamos: construyamos otras formaciones políticas en lugar de limitarnos a la queja y la acusación. ¿Qué papel juega la creatividad en la construcción de un futuro más habitable y justo? ¿Cómo visualizar transformaciones reales y no modas pasajeras? —A través de la imaginación y la refundación del sis- tema de conocimientos, y sobre todo del de la educación. Las universidades ya no son capaces de proporcionarnos el mapa de nuestro tiempo. Están aferradas a un mun- do que ya no existe. Por ejemplo, vivimos todavía en un sistema educativo que separa de manera ridícula las ciencias humanas y las ciencias naturales. Hemos desa- rrollado tecnologías increíbles y, sin embargo, dejamos que la mayor parte de la población sea completamente ignorante y no tenga la más remota idea de cómo funcio- na la ia o un teléfono inteligente. El orden geopolítico está cambiando y, sin embargo, el conocimiento del chi- no es muy escaso. Debemos esforzarnos más: estudiar, estudiar, estudiar e imaginar un mundo diferente a tra- vés del estudio y la imaginación. Anthony Wallace / afp 11
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