Palabra Pública N°31 mayo - junio 2024 - Universidad de Chile

sus propios recursos”, advierte la arquitecta y urbanista Michelle Cáceres, quien ha estudiado las condiciones de vida de quienes residen en alta densidad. Tal como le ocurre a Francisca, Josefina no puede invitar gente a su hogar, y cuenta que solo lo ha hecho tres veces en tres años. Es por ello que las personas que viven en espacios reducidos deben desarrollar gran parte de su vida fuera. Esto ha creado unmodo de habitar inédito, según Luis Cam- pos: “Un emplazamiento como este facilita la conectividad y accesibilidad de servicios, pero tienes que estar dispuesto a una restricción espacial que hace que tu vida transcurra puertas afuera, cuando los patrones históricos de sociabili- dad en Chile sonmuchomás hogareños”, advierte. Las preocupaciones en torno a los efectos de la vida en espacios reducidos no son solo un tema emergente en Chile, sino también en otros países desde hace varios años. En 2013, la revista estadounidense The Atlantic pu- blicó un artículo titulado “Los riesgos para la salud de los departamentos pequeños”, en el que expertos señala- ban la importancia que tiene un hogar a la hora de cubrir necesidades psicológicas como las de autoexpresión y relajación, algo que se ve dificultado en este tipo de inmueble. Además, hacían hincapié en las “reivindica- ciones de identidad”. “Tendemos a sentirnos más felices y sanos cuando podemos atraer a otros a nuestro espa- cio para cartografiar quiénes somos y qué es importante para nosotros”, se apuntaba en el texto. Al respecto, Viviana Guajardo, psiquiatra y coordina- dora de salud mental de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, sostiene: “En general, se habla del hogar como el lugar seguro, donde uno desarrolla la vida personal e íntima. No tener el espacio mínimo para lle- var a cabo estas actividades puede ser un factor de riesgo para la saludmental, provocando estrés, ansiedad o mala calidad de sueño”. Habitar en alta densidad | El auge de los nanodepar- tamentos ha estado acompañado de una disminución sistemática de losmetros cuadrados de las viviendas, a falta de una norma en Chile que regule la superficiemínima que debe tener una unidad habitacional. Según el último infor- me de la Cámara Chilena de la Construcción, el 60% de la oferta de departamentos en el Gran Santiago corresponde a metrajes inferiores a los 50 m², lo que contrasta con la vi- vienda social, que debe cumplir con unmínimo de 55 m². La construcción de este tipo de inmueble partió en el centro de Santiago hace unos veinte años, según el académico e investigador del Instituto de Estudios Urba- nos y Territoriales de la U. Católica Javier Ruiz-Tagle, y su desarrollo se basó en factores demográficos (como la disminución del tamaño de las familias y el aumento de hogares unipersonales) y económicos, relacionados con la rentabilidad que obtienen las inmobiliarias. Además, una parte importante de la oferta está destinada a inversionistas. “Ya no hay departamentos con anuncios que digan ‘viva aquí’. Ahora dicen ‘invierta aquí’”, señala Ruiz-Tagle. La vivienda se ha convertido en un activo finan- ciero, cuyo fin es captar renta de capital fijo a largo plazo y Estudiantes del colectivo Por un habitar digno protestan a las afueras del metro Baquedano, el 30 de octubre de 2019. Crédito: Tomás Bravo. 38

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