Palabra Pública N°30 2023 - Universidad de Chile

palabra crítica E l estreno de El realismo so- cialista puede considerarse el mayor hito cinematográ- fico de este año. No solo por ser una nueva recuperación de un filme perdido de Raúl Ruiz, a cargo de la productora Poetastros y Vale- ria Sarmiento, montajista y viuda del cineasta. También porque, en el marco de los 50 años del golpe de Estado, la película trae al presente memorias perdidas del período de la Unidad Popular. Entre documento y ficción, el filme de Ruiz-Sarmiento puede considerar- se como: 1 | La recuperaciónde una obra per- dida. El realismo socialista circulaba en una versión precaria, un montaje realizado a inicios de los años ochen- ta para el British Film Institute. Se trataba de la versión incompleta de un proyecto más ambicioso que Ruiz mencionó en entrevistas que dio en ese período. Era, en principio, un filme que buscaba circular en los am- bientes de discusión de partido, y que cuestionaba el rol de los intelectua- les en el proceso revolucionario. En términos generales, se aplicaba una suerte de estructura doble que seguía, por un lado, a un obrero-lumpen que desobedecía las reglas de los grupos populares organizados (poblaciones y sindicatos) y, por otro, a un intelec- tual de izquierda que buscaba crear una vanguardia poética en el partido. Estos dos universos se cruzan, con el telón de fondo de la polarización y las contradicciones internas de la época, particularmente del Partido Socialis- ta, dividido entre la vía democrática y la toma del poder. A nivel formal, la película aplicaba parte del llama- do “cine de indagación” desarrollado en el período previo de Ruiz — Tres tristes tigres (1969), Nadie dijo nada (1971)—, pero con un objetivo político más vinculado a filmes “militantes” que el propio cineasta y otros venían haciendo. Como varias películas con- temporáneas — Metamorfosis del jefe de policía política (Helvio Soto, 1973), La tierra prometida (Miguel Littin, 1973), Queridos compañeros (Pablo de la Barra, 1976), La historia (Sergio Cas- tilla, 1973)—, el filme se adentra en un clima de complot político desde una mirada crítica a los sectores de izquierda que lideraban el proceso. Es posible que El realismo socialista sea la visiónmás nítida de lo que Ruiz podía entender por “filme político”, adelantando varios elementos de Diá- logos de exiliados (1976). 2 | Reconstrucción parcial de un proyecto. No se sabe cuánto queda o existe del proyecto inicial. En algu- nos comentarios, Ruiz hablaba de un musical, en otros, de una obra de más de cuatro horas. La versión de la dé- cada del ochenta —no validada por quienes produjeron la actual— tie- ne varias secuencias que no existen en esta de 2023, y, a la vez, la nueva versión incluye varias escenas que no estaban antes, dando un cierre distinto, con un aire premonitorio y grave, del que el proyecto inicial ca- recía. Se habla de varias escenas que fueron descartadas, y de una inter- pretación del material por parte de Valeria Sarmiento, quien también recuperó y montó El tango del viudo (1967/2020) y La telenovela errante (1990/2017). Así, pues, si olvidamos la existencia de una suerte de “relato fuente” —dejando esto para futuros estudios ruicianos — la versión ac- tual es la más oficial del filme que tenemos hasta ahora. Dicho de otro modo, es la reconstrucción parcial del proyecto inicial. 3 | El registro de las contradiccio- nes sociales del período allendista. A pesar de todo, la estructura medular del filme sigue siendo la misma. Tan- iván pinto Crítico de cine, investigador y docente. Editor de la revista LaFu- ga.cl . Investigador posdoctoral en fcei, Universidad de Chile. El realismo socialista (1973/2023), de Raúl Ruiz y Valeria Sarmiento Imágenes que nos miran cine 60

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