Palabra Pública N°30 2023 - Universidad de Chile

que la autora establezca una relación de espejeo entre la infancia de una niña abusada y Chile. En “Malos tratos” así dice: “la niña seguirá jugando / al elástico y a las naciones / se verán sus calzones /manchados de dolor / harán terapia de shock / en la cordillera del si- lencio / porque Chile fue violado” (67). La escritura de Iria Retuerto es un caso particular, porque en ella late un deseo sexual expresado sin rodeos ni figuras retóricas que encu- bran o suavicen aquello que la cultura niega a las damas. “Me gusta el sexo, madre” señala la voz narrativa en el relato “Madre, hemos peca- do”. Sin embargo, más allá de la seriedad de la confesión, lo que destaca en su escritura es el tono lúdico. “La orden del dirigente”, por ejemplo, es un relato donde una voz de mujer ironiza sobre su relación con un macho de tomo y lomo; ella juega a aceptar las condi- ciones del hombre y le dice “usted me calienta”, para luego emitir una suerte de burla a las características hombrunas de su presa, exponiendo finalmente una rotunda amenaza: “permanezca atento —y esto sí es una advertencia no vaya a ser que las hues- tes pasen de calientes a sensibles y un par de besos largos confundan sus cer- tezas y arruguen los pantalones de su traje siempre recién planchado” (79). Similar al estilo de Retuerto es el de Carmen Troncoso. Su escritura es también marcadamente erótica, con fuertes resabios del Cantar de los can- tares : “No soy propiedad furtiva, / no estoy petrificada no seré sombra, ni pañuelo lloroso / En vaso trizado no beberé tu dolor ni beberé tu ausencia” (121). Sin eufemismos, la escritura de Troncoso exuda deseo sexual, su voz demanda y exige al amante satisfacer- la, así dice: “¡Quiero que estalles en mi boca! A tragos cortos te beberé” (123). El volumen también nos enfrenta a temáticas como la crianza y la función materna, como el caso del trabajo de Valeria Paulina Stuardo y sus amores entre mujeres atrapadas por los prejui- cios sociales que las obligan a contener sus gestos. Además, un lugar especial lo ocupa la memoria. Esto ocurre en la escritura deGabriel Sandoval, quien en “El mar de Marta” alude a los cuerpos asesinados y lanzados al mar por la dic- tadura. Cuerpos sin justicia. Crímenes imposibles de perdonar. Donde solo Selección y prólogo de Paula Ilabaca Cástor y Pólux, 2023 131 páginas antología de poema en prosa y prosa poética queda, como señala el poema: “que el mar sea el enemigo de esos tortu- radores que no pueden ir a la playa tranquilos con sus hijos” (99). Paula Ilabaca toma un riesgo gran- de con esta publicación que realiza un recorrido por autoras con distintos orígenes, edades, géneros y forma- ciones que, en su conjunto, producen escrituras fronterizas. Ellas circulan siempre entre dos ejes, que pueden ser de formato —poemas y relatos— o de actitud —su- misión y rebeldía—, pero siempre con un marcado énfasis en construir a una mujer que va más allá de la definición patriarcal. Estas escrituras generadas en el atroz tiempo de la pandemia nos remiten a un repliegue de la intimidad y a una apertura ha- cia zonas de dolor que han quedado inscritas en el cuerpo. La escritura es, entonces, en este libro un espacio para construir(se) en un grupo demu- jeres que rechazan lo estable y lo que les fue heredado. Paula Ilabaca toma un riesgo grande con esta publicación que realiza un recorrido por autoras con distintos orígenes, edades, géneros y forma- ciones que, en su conjunto, producen escrituras fronterizas. 55

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