Palabra Pública N°30 2023 - Universidad de Chile

que desafortunadamente no ha garantizado una revitali- zación de las lenguas ancestrales, ya que hasta ahora no se aprecia que los niños y niñas las hablen, y menos aún que se hayan convertido en lenguas vehiculares de enseñanza. Existen experiencias que han ido tomando fuerza en el caso del mapudungun, tal como el trabajo que reali- za la agrupación Mapuzuguletuaiñ, quienes poseen un programa sistematizado para su enseñanza y han podido formar nuevos hablantes. En el Campus Villarrica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde trabajo, comenzamos hace tres años un programa de enseñanza para jóvenes del territorio, apoyado por organizaciones mapuche y financiado con aportes de la Embajada de Suiza en Chile y el Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (ciir). Junto a esta línea de enseñanza, desarro- llamos otras tres vinculadas a la producción de recursos didácticos, la difusión y la investigación sociolingüística. Un primer trabajo a realizar a nivel social es tomar con- ciencia sobre la dignidad de las lenguas y sus hablantes. Es un derecho poder comunicarnos en la lengua materna y acceder así a la cultura. Luego, es necesario hacer uso de nuestra lengua, hablarla, leerla, escribirla y exponer- la con convicción en todos los espacios de comunicación donde sea culturalmente pertinente. A la vez, es esencial construir a través de ella —mensajes, poemas, cantos, música—, ya que las lenguas se sitúan en espacios am- plios del saber que van desde el ámbito cotidiano al social, cultural, literario, científico y espiritual. Lo ideal en una sociedad es desarrollarse en el marco de un pluralismo cultural y lingüístico. Esto la hará más equi- librada y diversa, pues las lenguas son representaciones del mundo. La mejor forma de transmitir los saberes de una cultura es a través de su propia lengua, puesto que allí se encuentran su gramática y sus códigos lingüísticos y cultu- rales. A esto se suma la ideología que carga cada una, pues todas representan una lógica de pensamiento. No será lo mismo enseñar la cultura de un pueblo con una lengua que no le pertenece. Por citar un ejemplo desde el mapudungun, si pensamos en la clásica canción infantil “Caballito blanco”, no se podría decir “tengo, tengo, tengo, y tú no tienes nada”, ya que no es una lógica representativa del mundomapuche, donde existe el kelluwun , es decir, una colaboración mutua y un sentido de colectividad culturalmente establecido. Lo mismo se podría decir respecto de la enseñanza de la lectura en castellano: mientras más significativos sean los ejemplos para enseñar, mayores serán los aprendizajes para la vida, pues los niños podrán asociar, comparar, inferir. Mantener vivas las lenguas no es una tarea sencilla; para conseguirlo es necesario generar conciencia, ense- ñarlas, practicarlas y crear a través de ellas. Solo así es posible evitar un debilitamiento del sentido de perte- nencia y la identidad cultural de un pueblo. Fabián Rivas 49

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