Palabra Pública N°30 2023 - Universidad de Chile

E l 30 de noviembre de 2022 se lanzó Chatgpt (Chat Generative Pre-Trained Transformer), la platafor- ma de inteligencia artificial que puede hablar con humanos y generar respuestas con forma de tex- tos complejos. Pasé varios momentos del verano jugando con ¿ella?, ¿él?, diciéndole frases tontas y otras no tanto, haciéndole las preguntas que suelo hacer enmis cursos; en fin, tratando de conocerla/o. En mayo de 2023, la Univer- sidad de Chile transmitió por streaming un conversatorio donde académicos y egresados explicaron a la comunidad cómo funcionan las inteligencias artificiales (de manera probabilística, aprendí). Había inquietud, y los expertos nos animaron a enfrentarla usándola en las salas de cla- ses. Durante todo el primer semestre de 2023, sin embargo, muchos profesores y profesoras nos hemos replegado en las viejas pruebas escritas a mano, como protegiéndonos mientras decidimos qué hacer con este nuevo animal. En el mundo de la literatura, al menos en el que conozco, la discusión ha tomado rumbos diferentes. Las posiciones en las redes sociales pueden resumirse en estos dos polos. Los entusiastas de la tecnología son bastante catastrofistas: aseguran que las inteligencias artificiales podrán redactar la mayor parte de los textos que necesitamos, incluyendo los literarios, muy bien y muy pronto. Ya no serán necesarios los profesionales de la palabra, incluidos, por supuesto, los novelistas y los poetas. Y aunque quienes se dedican a escri- bir textos utilitarios tienen, con razón, bastante temor, los lectores y los escritores de literatura no parecen demasiado preocupados. Puede que hayamás textos —más relatos, más poemas—pero ninguno de ellos tendrá el menor interés; les falta lo fundamental, lo que los hace literatura. Lo humano, el que respondanauna experiencia y auna cabezahumanas. Noimportantantolasseriesdepalabrasdescontextualizadas como el conjunto de ellas y el lugar desde el que surgieron. Como lo veo, cada uno de nosotros ha terminado ge- nerando una relación particular con las inteligencias artificiales. Cada uno, a su manera, se ha convertido en un avatar de Victor Frankenstein, el creador de autómatas de Mary Shelley. Lejos de cualquier entusiasmo por la identi- dad cyborg , lejos de una reflexión sobre las posibilidades de lo ultrahumano o lo posthumano —temas recurrentes en la reflexión teórica de las humanidades durante las últimas décadas—, nuestro encuentro cotidiano con las inteligen- cias artificiales se parece más al de Victor con su criatura. En la novela Frankenstein o el moderno Prometeo (1818) haydosmomentos que ilustran claramente loque estamos viviendo. El primero es el instante en que Victor comienza a odiar a su creación, algo que ocurre justo cuando cobra vida: “Lo había deseado con un fervor que iba mucho más allá de la moderación”, dice, “pero, ahora que había terminado, la belleza del sueño se desvaneció y el horror inenarrable y el asco me embargaron el corazón”. Leída con algo de cuidado, su repulsión es sorprendentemente inmotivada. Cada una de las piezas que forman la criatura es hermosa, pero el resultado resulta ominoso, siniestro, unheimlich . El segundo momento ocurre cuando el autó- mata invoca un argumento curiosísimo para explicar su violencia a Frankenstein: “Soy un malvado porque no soy feliz; ¿acaso no me desprecia y odia toda la humanidad?”, dice. El autómata, esa cosa que se pone de pie solo gracias a la energía eléctrica, reclama una empatía total, es decir, una identificación absoluta con la sensibilidad humana. El miedo o la distancia que los profesores sentimos ha- cia el Chatgpt y el desprecio de los lectores por las obras creadas artificialmente coinciden con la primera postura del viejo doctor Frankenstein. Es un rechazo primario a lo no humano que quiere pasar por humano, el tema no solo de esta novela sino también del Blade Runner , de Phi- El miedo de los profesores fren- te al Chatgpt o el desprecio a la literatura creada por la inteligencia artificial tienen que ver con lomismo que sintió el doctor Frankenstein frente a su criatura: el rechazo primario hacia lo no huma- no que quiere pasar por humano. ignacio álvarez Profesor del Departamento de Literatura de la U. de Chi- le. Es autor de El curso que hice al revés (2022) y Novela y nación en el siglo xx chileno (2009), entre otros. condenados a la humanidad columna 26

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=