Palabra Pública N°30 2023 - Universidad de Chile

L osmuseos son espacios extraños. En esta parte del mundo, son copias híbridas de algo que se inventó en otro lado, ocultando tras una fachada neoclá- sica un ambiente decididamente criollo. En parte templo y tumba, laboratorio y parque, son espacios donde jugar, besarse, aprender, aburrirse, pasear, pensar e incluso emocionarse. Todo ello a pesar de lidiar con precariedades desmedidas: falta de papel higiénico en los baños, ausen- cia de asignaciones para artistas y colaboradoras, falta de condiciones para la accesibilidad universal. Limitaciones presupuestarias que devienen en ambientes sobreexigi- dos, donde es fácil que proliferen el amiguismo, el abuso y la competencia. Este es el panorama tensionado de los museos y centros culturales hoy. Odiados y deseados, son sin duda espacios de negociación, política y representación en los sentidos más amplios, dadas sus narrativas aún he- gemónicas, coloniales y patriarcales. Pero algo interesante está pasando en los museos hoy, una creciente conciencia de su poder e impacto; del rol que están llamados a jugar en la disputa por la vida en co- mún. Una transformación que sin duda se vio acelerada por el estallido social y sus exigencias de posición política, que llevaron al plácido Museo Nacional de Bellas Artes a crear un pequeño archivo de cacerolas usadas durante las protestas; al Museo de Arte Contemporáneo a acoger parla- mentos en sus escaleras, con sus columnas imponentes y el Parque Forestal de telón de fondo; al Museo de la Solidari- dad Salvador Allende a repletarse de personas que querían saber más sobre el impacto de una constitución en su vida. Pareciera que en estos tiempos de crisis, los espacios cultu- rales se están transformando desde adentro, pues muchas/ os de sus trabajadoras/es están tomando posición sobre el papel que están llamados a desempeñar. Porque un museo está hecho de su historia y colección, de su presupuesto y arquitectura, pero sobre todo de las personas que lo habi- tan, construyen y activan día a día. Es en este contexto de cambios y tensiones que imaginamos los museos y centros culturales como árboles estables, sólidos y frondosos, que aun expuestos a la falta de riego resisten a la obsolescen- cia; que se han enraizado en sus barrios y ciudades, les han dado sentido y prestado más o menos sombra según sus capacidades y esfuerzos internos. A pesar de lo evidente que puede ser pensar el museo — sólido edificio— como refugio, pareciera menos evidente el rol que desempeña en un contexto de neoliberalismo desen- frenado, en que el espacio público es limitado y comprimido constantemente. Los espacios culturales son hoy un parén- tesis dentro del caos exterior, donde se detiene el tiempo. Su misma cotidianeidad en relación a los públicos los convierte de forma natural en remansos de descanso, paseo y sorpre- sa: pequeños jardines—como el del Museo de la Solidaridad Salvador Allende o el Centro Patrimonial Recoleta Domi- nica—, extensos parques —como el del Centro Cultural de Valparaíso— o multifacéticas explanadas —como la del Centro Gabriela Mistral o el Museo de la Memoria—; bas- tiones que desafían el ritmo acelerado y productivista de la ciudad contemporánea. A la vez, mientras somos testigos del abandono y destrucción del patrimonio a causa de la presión inmobiliaria, muchos museos y centros culturales oponen resistencia —a pesar de su precariedad presupues- taria— resguardando no solo colecciones y archivos, sino también inmuebles con alto valor arquitectónico e histórico. Losmuseos también ofrecen a las personas la posibilidad de interacción con la cultura material y con las epistemo- logías de las culturas que generaron y disfrutaron aquellos objetos que llamamos “patrimonio”. Nos referimos a la a la sombra delmuseo columna Es posible imaginarmuseos y centros culturales como árboles estables, sólidos y frondosos, que aun expuestos a la falta de riego resisten a la obsolescencia. Sin embargo, la poca atencióndeteriora sus tejidos y, con ello, la posibilidad de imaginar y crear un futuro distinto. beatriz coeffé Arquitecta y académica de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la U. de Chile, especializada en la gestión de proyectos de difusión de arquitectura. victoria guzmán Doctora (c) en Estudios deMuseos, University of Leicester, especializada en arte, museos y comunidades. Fundadora de la plataforma de crítica de arte El Gocerío . 12

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