Palabra Pública N°29 2023 - Universidad de Chile
“Las ciencias no son una herramienta para definir el bien o el mal ni entregar un juicio de valor: son un método para intentar entender más allá de nuestra propia subjetividad”, explica la neuróloga Andrea Slachevsky, que entrelaza neurociencias y ética para explorar la vulnerabilidad humana. Las fragilidades propias de experiencias como la persecución política o la demencia no son comparables, pero ambas nos hacen sentir que no somos dueños de nuestra historia. andrea slachevsky Neuróloga, doctora en Neurociencias, Centro de Gerociencias, Me- tabolismo y SaludMental y Centro de Memoria y Neuropsiquiatría del Hospital del Salvador y de la Facultad de Medicina, U. de Chile. Autora de Cerebro cotidiano (2015). de exilios y cerebros frágiles ensayo quien al ver un barco pirata acercar- se al suyo, exclama: “¡Son piratas! ¡Nos cogerán cautivos, nos matarán! ¡O peor aún: nos robarán la mercan- cía!”. Ciertamente, los conocimientos sobre la manera en que funcionan nuestros cerebros pueden ayudar a entender la dificultad de construir un consenso, la merma de la empatía o la invisibilidad del dolor del adver- sario político, características que uno intuye en quienes equiparan la viola- ción de los derechos humanos con las “barbaridades” del gobierno de Salva- dor Allende. Pero el reto de un relato “neuro- científico” sobre el golpe civil-militar causa cierta aprehensión. Las ciencias exigen un esfuerzo de objetividad, poner en pausa las preferencias y va- lores propios para intentar estudiar aquello que desconocemos. En este caso, solo quien se engañe a sí mis- mo puede creer que es posible evitar algún grado de deshonestidad inte- lectual. Es casi imposible no ceder a la tentación de usar evidencia cien- tífica para validar la propia opinión, confundiendo así el necesario debate ético sobre el golpe de Estado con un debate científico. Como escribió el ge- netista y autor francés Axel Kahn en su libro Raisonnable et humain (2004), “la evaluación de la calidad científica, el interés práctico y el valor ético de una innovación corresponden a tres M e solicitaron una co- lumna acerca de los 50 años del golpe de Esta- do desde la perspectiva de las neurociencias. Sin duda se pue- de abordar este tema de múltiples maneras, como, por ejemplo, intentar reflexionar sobre ciertos hechos que resultan sorprendentes. ¿Cómo es po- sible la ausencia de consenso mínimo respecto de que no es posible justifi- car el quiebre democrático de 1973? ¿Cómo es posible que nohaya acuerdo entre dirigentes políticos para decir, como escribe el periodista Daniel Ma- tamala, que “destruir la democracia a sangre y fuego es en sí inaceptable”? ¿Cómo es posible que autoridades electas democráticamente muestren una falta de valoración de la democra- cia y justifiquen el golpe? ¿Cómo es posible que una exdiputada de la re- pública declare que “barbaridades de Pinochet” son “equiparables con las de Allende”, igualando los crímenes de lesa humanidad, el asesinato y la tortura de miles de personas con dis- turbios políticos? ¿Cómo es posible equiparar el dolor de los familiares de los más de mil detenidos desapa- recidos, entre los cuales se cuentan diez mujeres embarazadas, con el su- frimiento causado por la pérdida de bienes materiales? Esto recuerda al mercader fenicio Espigademaíz, en Astérix gladiador , 24
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