Palabra Pública N°29 2023 - Universidad de Chile

—Cuando llegué a Francia fuemuy bonito ese intercam- bio que tuvimos con la influencia del jazz que yo llevaba —agrega Ángel—. Él siempre estaba despierto a apren- der, es algo que heredó de su mamá, también. Y eso me hizo bien en mi formación como músico, para aprender a no tener protagonismo. O sea, hice giras conmi papá, y en todos esos conciertos yo era un guitarrista que estaba em- pezando, era él el centro de atención y tuve que aprender a costalazos a acompañarlo. Solo al cierre de esa saga de discos compartidos los ro- les se dieron vuelta, en Las últimas composiciones de Violeta Parra , la nueva lectura del histórico lp grabado por Viole- ta Parra en 1966. La recreación de ese trabajo en 2017 fue dirigida por Ángel hijo, con la participación de su padre y de Javiera Parra entre un elenco de voces invitadas. —Es increíble el nivel de agradecimiento a mi her- mano por haberme invitado a participar de ese disco —reconoce ella—, donde grabamos las canciones guia- dos por el consejo de mi papá. Él estaba enfermo, pero estoico, nos escuchaba, se emocionaba mucho de ver la búsqueda que estábamos haciendo, y era la mejor mane- ra de consolarnos como hermanos por lo que nos estaba pasando por la pérdida del papá. Cantar ese repertorio para mí fue el homenaje directo a mi padre. También en un disco compartido está la primera cons- tancia de ese vínculo. Es Al mundo-niño le canto , lp que Ángel Parra grabó en 1968 y donde, si bien sus hijos eran demasiado jóvenes para participar, sí están presentes en “Canción para Angélico” y “Canción para Javiera” como parte del repertorio. Y es todavía un recuerdo de niñez, el primero que Ángel hijo tiene sobre esa música: —Cuando volvimos de México había un mueble en la casa donde mi papá tenía el tocadiscos, la grabadora de reel , y ahí estaba ese disco, que fue el que me ayudó a procesar todos mis problemas de infancia. En ese living estaba el teléfono por el que hablábamos con mi papá y le grabábamos casetes con unas especies de programas de radio en que le cantábamos y hablábamos. —Ese disco es reflejo de una etapa muy feliz de mi papá —refiere Javiera—, que es la Peña de los Parra, él produ- ciendo discos, lleno de gente joven, montando canciones con Víctor (Jara), con Rolando (Alarcón), con la Chabe (Isabel Parra), casado con mi mamá, con el Angelito y conmigo guaguas, con la up, donde iban a hacerse tantas cosas bonitas. Entonces, claro: cuando uno habla ahora de los cincuenta años, nadie habla de toda esa luz detrás de los cincuenta años. Y nadie habla del quiebre que fue para esos miles de personas que votaron, porque Allende ganó por voto popular. Había una efervescencia creativa sobre todo muy linda. Para mí esa es la época más feliz de mi papá. Una época iluminada. Javiera Parra y Ángel Parra hijo en el estreno del documental Violeta vive (2022), en el Museo Grammy, California. Foto: Rebecca Sapp / Getty Images vía afp 12

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