Palabra Pública N°28 2023 - Universidad de Chile

hicieron inmediatamente después. Y hasta Puffin Books acabó reculando a los días y anunció que seguirán editan- do la versión original (además de la moralizada, claro). Las voces críticas —que aparecían de forma transversal tanto desde sectores conservadores como progresistas— lo vie- ron como un triunfo. Y lo es. Pero no es tan claro que sea (solo) un triunfo de lo literario, de la libertad de expresión del mundo ficticio. Puede ser, también, un triunfo de un discurso sobre censura y adoctrinamiento woke . Y tam- bién el triunfo de una exitosa estrategia comercial que dejó a Dahl actualizado en todos los rincones del planeta, ya que quedó listo para seguir facturando por los derechos para musicales y adaptaciones varias. Me temo que la literatura infantil es un campo patru- llado también cuando luchamos para que no lo sea. Un campo flanqueado por límites que a ratos se hacen claros —los términos racistas se reemplazarán, los misóginos no tanto— y a ratos difusos. Las moralejas se esconden. Ya no tenemos tantas historias sobre cómo ser buenos y obedientes porque ahora les queremos rebeldes, activistas, capaces de salvar este mundo en ruinas que vamos dejan- do. Publicamos biografía de mujeres que tuvieron éxito para asegurarnos de que las niñas no se queden atrás por no imaginarlo. La literatura infantil (y juvenil) como una herramienta latente de las guerras culturales. En Rusia no se pueden vender libros con personajes que se identifiquen como homosexuales: al comienzo se prohibía solo en la li- teratura para niños, niñas y adolescentes, pero como los editores colaban los libros etiquetados para mayores de 18, los homófobos de Putin han sacado una nueva ley. Ni tan lejos de la censura a la americana: en Florida, el líder repu- blicano y potencial candidato presidencial Ron DeSantis sacó una nueva normativa en la que se exige que todos los libros en las escuelas estén certificados por un especialista que se haga responsable de que no tengan “material porno- gráfico” ni “teorías que puedan llevar al adoctrinamiento de los estudiantes”. Nadie sabe muy bien qué libros deberían ser retirados, así que algunos han decidido quitarlos todos. La censura a la literatura infantil y juvenil es una práctica antiquísima, pero también una pavorosamente actual, quizá porque siempre que se habla de niños y niñas se habla de límites, de personas a las que hay que enseñar y proteger. MACARENA GARCÍA G. Doctora en Estudios Culturales y Antropología Social por la Universidad de Zúrich, académica de la Universidad de Glasgow. Es autora de Origin Narratives. The Stories We Tell Children About Immigration and International Adoption (2017); Enseñando a sentir. Repertorios éticos en la ficción infantil (2021) y coautora de La era ochentera. Tevé, pop y under en dictadura (2005). Fabián Rivas LÍMITES 5

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