Palabra Pública N°28 2023 - Universidad de Chile
Alonso Ruizpalacios (México) La película Güeros ganó puntos por desfase. En 2014, cuando el mundo celebraba los efectismos marketeados de Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro, el mexicano Alonso Ruizpalacios (45) estrenaba una ópera prima que olía a cine indie de los 90. Sin ir más lejos, seguía la senda de otro mexicano que en esos años ya estaba medio retirado: Fernando Eimbcke, autor de filmes notables como Temporada de patos (2004) y Lake Tahoe (2008). El debutante recuperó ese espíritu con una obra en blanco y negro granoso, en formato 4:3, que fun- ciona como una road movie en el contexto de una huelga universitaria. Güeros (disponible en Netflix) se ambienta en 1999 y sigue a un par de slackers que no hacen nada a la espera del regreso de las clases. Hasta que traman el plan de ir en busca de Epigmenio Cruz, un cantante que, según la leyenda, hizo llorar a Bob Dylan. No sería exagerado afirmar que Güeros trajo aire fresco en el contexto del cine mexicano denso y maqueteado de entonces. Ruizpalacios fue premiado en Berlín, La Habana, San Sebastián y Tribeca, entre otros festivales. Fue apunta- do como una promesa, con todo lo positivo y negativo que eso implica. ¿Qué vendría después? Su segundo largometraje, Museo (2018), es la recreación de un robo imposible que tuvo lugar en el Museo Nacional de Antropología, en la Ciudad de México, en el año 1985. Dos estudiantes de veterinaria irrumpieron en el lugar y sustrajeron la máscara funeraria del gobernante maya Pakal. Ruizpalacios los acompaña en un seguimiento exento de jui- cios, cuyo humor sigue la senda de Güeros . Si Carla Simón es la cineasta de la evocación personal, el mexicano remueve la memoria colectiva al posarse sobre hechos emblemáticos –de las revueltas de los 90 a un hito policial mediático– que con- dimenta con humor y afecto por los personajes. Su tercer largometraje siguió apelando al juicio colectivo y marcó un salto sustancial en términos formales. Una película de policías , estrenada en 2021 (también en Netflix), es un obra inclasificable—a medio camino entre la ficción y el documen- tal— que usa registro, recreaciones y grabaciones en celular para aproximarse a dos policías de Ciudad de México: Teresa y Montoya. Sin ignorar la corrupción del oficio, Ruizpalacios demuestra afecto y respeto por estos personajes atrapados en un sistema. Lo hacemanipulando a los espectadores a través de un juego de espejos y múltiples giros que, en última instancia, transparentan los mecanismos del cine a modo de reflexión sobre los procesos de representación. Tatiana Huezo (El Salvador/México) Si Alonso Ruizpalacios trabaja con la ambigüedad y la comedia, la cineasta salvadoreña radicada en México Tatia- na Huezo (51) entiende el cine como un campo de batalla en contra de la impunidad y la injusticia. Tras su debut con El lugar más pequeño (2012), centrado en la experiencia de la guerra civil de El Salvador, la directora fue premiada en Berlín en 2016 con Tempestad (en MUBI), documental crudísimo y sensorial que narra la historia de dos víctimas de un sistema político corrupto: Miriam, quien fue acu- sada injustamente de tráfico de personas y encarcelada en una prisión dominada por narcos, y Adela, quien busca a Elena Ternovaja Harald Krichel 46
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