Palabra Pública N°27 2022 - Universidad de Chile

Con la misma sorna, Teresa Marinovic (independiente en cupo de Renovación Nacional) exhibió carteles en el ple- no con el texto: “visti-puntos”, un “sistema de calificación” que buscaba alertar sobre los colegas que, según ella, se victi- mizaban. Marinovic vende merchandising con la foto de ella y sus carteles a través de su Fundación Nueva Mente, la mis- ma que editó su libro con Rocío Cantuarias (convencional independiente en cupo Evópoli), Las damas de hierro . Giovanna Grandón (independiente) visitó la Conven- ción en una ocasión ataviada con el corpóreo de Pikachu, escudada por Cristóbal Andrade, disfrazado de su Dino Azulado. Andrade también llevó al pleno kilos de pañue- los desechables para que los empresarios “se secaran las lá- grimas”. Varios convencionales trabajaron remotamente. Como Renato Garín (independiente en cupo del Partido Radical), quien confiesa en su libro El fracaso: Cómo se incendió la Convención (Catalonia) que una vez se conectó a una sesión desde un cine porno. Garín también enfrentó al Comité de Ética de la Convención por decirle “dino- saurio chanta” a Andrade. Daniel Stingo (independiente en cupo de Revolución Democrática), en una de las sesio- nes, saludó a “convencionales, convencionalas, conven- cionalis y convencionalos”. La incontinencia para manejar las redes sociales fue también un problema para el órgano. Convencionales y ase- sores postearon sin filtro. En enero de 2022, los candidatos para renovar la Mesa Directiva se caían a medida que eran desnudados en Twitter. Incluso, una de estas “funas” nació en una camarilla entre convencionales y asesores. “Fue una jornada para el olvido”, dice Agustín Squella en su libro Apuntes de un constituyente (Ediciones UDP). Impotencia resume el ánimo de asesores de prensa y profesionales de la Secom cuando despertaban casi cada mañana con una nueva polémica. Como una asesora de convencional que llamó perkin a un diputado por Twitter. “Era desmoralizan- te”, recuerda una de las entrevistadas. Pese a todo, el posterior boom editorial de memorias y testimonios de exconvencionales revela una tibia autocrítica. En la vereda de la prensa, los medios solían amplificar declaraciones estridentes y comportamientos performáti- cos. Algunos convencionales y asesores de prensa afirmaron públicamente que hubo medios que no se interesaban en entrevistarlos si tenían pocos seguidores en redes sociales. «Hubo convencionales que culparon a la prensa por la mala imagen de la Convención. Sin embargo, dentro de la misma institución, la vorágine del proceso, la inexperiencia de algunos de sus integrantes y el mesianismo de otros ayudaron a socavar al órgano». Felipe Poga 26

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