Palabra Pública N°27 2022 - Universidad de Chile

Es por ello que la incertidumbre que se vive en el paisaje humanizado está directamente relacionada con el tipo de ar- quitectura y la forma en que esta se emplaza en el territorio y, en particular, en aquel que posee amenazas o riesgos natu- rales como presencia de pendientes abruptas, zonas de lavas volcánicas o fallas geológicas subduccionales o corticales. No hay que olvidar que Chile se encuentra dentro del cinturón de fuego del Pacífico, que es la macrozona que absorbe la ma- yor cantidad de eventos como terremotos y tsunamis (80% de los más devastadores de la historia, y con un promedio de un terremoto cada 50 años), ubicándose además entre los diez países con mayor nivel de amenazas naturales, según el reporte de 2014 de la United Nations University. Para lidiar con la incertidumbre de estas amenazas, la evolución del paisaje humanizado debería dialogar con la ar- quitectura, con vistas a redibujar el territorio de manera sos- tenible y con un rol preponderante en la forma de construir y reconstruir. Esto significa, además, conocer el territorio de manera integral y conocer la naturaleza del suelo, tanto desde su geología hasta su entorno natural y construido. El paisaje capitalino presenta un nuevo desafío, desco- nocido en el siglo pasado, pero cada vez más estudiado en el presente, representado por la Falla San Ramón. Este elemen- to geológico de carácter cortical, que recorre el piedemonte de Santiago en al menos 50 kilómetros, y con posibilidad de un terremoto de magnitud Mw7,2-7,5, está poniendo en jaque la posibilidad de lograr un tipo de arquitectura susten- table. De aquí que conocer más a fondo la naturaleza de este borde oriental de la ciudad no sea una tarea solo de geólogos o geógrafos, pues se trata de un sistema natural mayor al que se le sobrepone el sistema construido. Ejemplo de ello es que el 55% de la superficie que se ubica sobre la traza de la Falla San Ramón entre los ríos Mapocho y Maipo posee urbaniza- ción con distinta tipología de arquitectura, como viviendas, hospitales, colegios, universidades, centros comerciales, entre otros; lo que representa un peligro inminente en caso de una detonación de este elemento geológico. A modo de epílogo, esos versos célebres de Patricio Manns que dicen “¿Qué sabes de cordillera / Si tú naciste tan lejos” deberían interpelarnos, de la misma forma en que necesitamos saber más de “ese mar que tranquilo te baña”. “Qué grande que viene el río / qué grande se va a la mar…” y otras frases célebres de nuestro acervo musical e historio- gráfico son un recordatorio del territorio chileno habitado, y nos emplazan a entender e imbuirnos de manera más sostenible en él. En otras palabras, el paisaje humanizado debería ser aquel que permita que nuestra cordillera de Los Andes siga siendo el horizonte de nuestras fotografías y el escenario de las estrofas más sentidas sobre nuestro territo- rio nacional, de norte a sur y de cordillera a mar. Pxhere JORGE INZULZA Doctor en Urbanismo Universidad de Manchester, Inglaterra. Profesor Titular y Director del Depto. de Urbanismo de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la U. de Chile. Sus áreas de docencia e investigación son el diseño urbano, la regeneración urbana y procesos de gentrificación en ciudades, con especial énfasis en Latinoamérica. 19

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