Palabra Pública N°26 2022 - Universidad de Chile

«La cultura abre nuestras cabezas, plantea nuevas miradas. Nos permite reflexionar, cambiar de opinión, enfrentarnos a nuevas ideas y cuestionarnos las cosas», afirma Sofía Aldea. la precarización del trabajo periodístico, sino que ade- más se convierte a la escritura en prensa en un pasa- tiempo que pueden ejercer solo quienes se lo pueden permitir. O quienes son movidos, como dice la ensa- yista Remedios Zafra, por el entusiasmo, gran motor de la industria cultural actual, el que, sin embargo, no asegura a los trabajadores culturales ni dinero ni un buen vivir. Hoy existen varios medios culturales en internet, como es el caso de la revista de cine laFuga , el portal POTQ, las revistas digitales Artishock, Culturizarte, Guión Bajo, Oropel y Origami ; los sitios cinechile.cl o musicapopular.cl , entre otros. Sin embargo, una bue- na parte de estos espacios funcionan sin un financia- miento estable y en gran medida gracias a las ganas y voluntad de sus creadores y colaboradores. Revista Hiedra , por ejemplo, sitio especializado en artes escénicas fundado en 2014, publicó en abril un texto en el que se advertía que de no mediar alguna política de financiamiento, el proyecto deberá cerrar: “Un medio de comunicación no puede funcionar con un presupuesto anual de seis millones de pesos. El único modo en que eso puede ocurrir es a condición de precarizar a sus trabajadores (…). Sencillamente da vergüenza lo que podríamos pagar luego de descontar los costos basales de operación: un sueldo mensual de 90 mil pesos, es decir, un cuarto del sueldo mínimo”, se leía. Por ahora, la revista no publicará textos y solo funcionará el podcast HiedraFM . “Chile es un muy mal ejemplo de una sociedad que se hace llamar pluralista. Debería haber mayor cantidad de medios y formatos, más diversidad y con información de calidad. No se están abordando las labores de difusión ni de mediación cultural ni de formación de público”, opina Alejandra Delgado. Cristóbal Gaete, en tanto, es crítico de la manera en cómo funcionan hoy los medios de comunicación en un ecosistema cultural altamente permeado por las ló- gicas económicas. Pero, sobre todo, cree que hace falta una mayor descentralización. “Necesitamos medios que existan en todo Chile, no puede todo estar me- diado por Santiago. En nuestras páginas mantenemos una relación equilibrada entre editoriales de Santiago y del resto de Chile”, comenta. Un depósito de memoria La crisis de la prensa cultural impresa trae aparejada la oportunidad de repensar el sentido de su existencia y la manera en que conecta con los lectores, lo que ha lle- vado a la exploración de nuevos formatos. La revista Arte Al Límite , fundada en 2001, se imprime mensualmente y se reparte a lo largo de Chile, pero complementa esa edición con material en el sitio web, donde cuentan con una galería virtual en la que incluso es posible comprar obras. Palabra Pública , en tanto, se ha convertido en un medio multiplataforma: a la revista impresa se suma un sitio web y un programa de radio y de televisión trans- mitido por Radio Uchile y por UChileTV. La periodista Sofía Aldea trabaja hace un buen tiem- po en la generación de estas nuevas lógicas en el área editorial de distintas revistas. Estuvo en los comienzos de Viernes , la revista de La Segunda , y luego, junto al fotógrafo Cristóbal Palma y el diseñador Rodrigo Bra- vo, fundaron la revista Mármol , publicación semestral centrada en las historias de personas y sus entornos crea- tivos. “Lo complejo de participar en un medio cultural es encontrar una forma de narrar la época que sea in- teresante. Para eso, hay que pensar fuera de lo estable- cido y proponer formas creativas de generar temas que apunten a relacionarnos y a entregarles herramientas a las personas que nos leen”, sostiene la periodista. “La cultura abre nuestras cabezas, plantea nuevas miradas. Nos permite reflexionar, cambiar de opinión, enfrentar- nos a nuevas ideas y cuestionarnos las cosas. Eso es clave para el desarrollo de las sociedades”. Tomás Peters profundiza en este punto: “La prensa cultural contribuye a los procesos deliberativos de una sociedad. Esto significa dar cabida a voces críticas de la sociedad, así como también a aquellas que buscan pensar estética y simbólicamente un país”. Y agrega: “Las revistas de difusión cultural han servido históri- camente como un depósito de memoria simbólica de una sociedad. En ellas la contingencia se entrelaza con discusiones de época: la oferta cultural de ese momen- to sirve como insumo para reflexionar sobre procesos sociales más amplios. Por ello, cuando los historiado- res culturales quieren introducirse en un periodo del pasado, generalmente estudian las revistas culturales, porque en ellas se debaten los imaginarios de época”. 37

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