Palabra Pública N°25 2022 - Universidad de Chile

Una invitación a retomar la democracia en nuestra Universidad POR BASCUR CRUZ Y NOAM VILCHES C omienza un nuevo año académico, con una nueva forma de hacer clases, con un nuevo go- bierno, con una nueva forma de reorganizarnos en la FECh y, cómo no mencionarlo, se avecinan las elecciones para tener un nuevo equipo en rectoría. Estos cambios vertiginosos no pueden dejar al costa- do las demandas que llevan años siendo exigidas. La nueva bancada y el gobierno deberán responder a las transformaciones reclamadas durante el estallido y, nosotres, como FECh, también debemos contribuir a dibujar la senda hacia un país plural y más justo. Es en esta línea de responsabilidad histórica que me sitúo para recordarle al estudiantado, a les funcio- naries y a les académiques que las transformaciones empiezan por casa, que hoy no tenemos democracia al interior de la Universidad de Chile, que no contamos con triestamentalidad y que, incluso en las instancias donde existe participación por medio de votos, algu- nos de estos valen más que otros. Es decir, solo unas pocas personas toman las decisiones dentro de nuestra alma máter, incluyendo la elección de rectoría. Menciono algunos hitos relevantes que exponen la importancia de estas votaciones para el estamento estudiantil y su federación. En el contexto de la re- forma universitaria en la década de 1960, se levantó como punto esencial el avance en la autonomía uni- versitaria a través de la participación triestamental en las elecciones de rectoría. En 1969, tras una serie de movilizaciones, por primera vez asumió electo tries- tamentalmente un rector, Edgardo Boeninger, pero dicho mandato terminó con el golpe de Estado. Con la vuelta a la democracia, les académiques volvieron a votar este cargo, pero no se avanzó en cogobierno y triestamentalidad hasta 2006, en que se creó el Senado Universitario. Esta entidad cumple un rol legislativo interno, y en tanto participan 27 académiques, siete estudiantes y dos funcionaries, significa un avance im- portante pero insuficiente para hablar de cogobierno. Respecto de la composición de los organismos locales como los consejos de facultad, no tienen participación con derecho a voto funcionaries ni estudiantes. Del mismo modo, solo les académiques tienen derecho a elegir a decanes y rectores. Estos antecedentes dan cuenta de la necesidad de profundizar la democracia al interior de la universi- dad. Es imperativo que todas las personas habilitadas para el balotaje cuenten con un voto para asegurar la igualdad en la toma de decisiones. Además, esto pue- de afectar en las propuestas y las candidaturas, pues responden a un público que es capaz de sostener más de 22 horas de trabajo en la universidad, lo que por lo general requiere más experiencia, estudios y trabajo. Todo esto genera una desigualdad incluso etaria y ba- sada en una experiencia noción academicista, que no tienen relación directa con la capacidad, necesidad o interés de participar en los comicios. Es igual de urgente que se incluya la participación de funcionaries y estudiantes en los consejos de facul- tad de toda la universidad, en la elección de decanes y rectores y en las diversas mesas de trabajo. Esto, con porcentajes que si bien tendremos que discutir, deben ser mucho más equitativos que los propuestos en el Senado Universitario, ya que mantienen un número de estudiantes y funcionaries tan ínfimo, que podría ser una participación casi testimonial si no fuese por el esfuerzo de quienes lo componen para hacerse es- cuchar. Respecto del argumento que supone que no tenemos las capacidades para participar de dichas vo- taciones, hay que recordar que es el mismo Estado el que reconoce nuestra capacidad de votar en las elec- ciones presidenciales y legislativas chilenas. Hoy debemos reevaluar no solo las instituciones y políticas a nivel país. También podemos hacerlo como Universidad de Chile respecto de nuestras pro- pias prácticas y normas, en miras de fortalecer nuestra democracia interna. Debemos avanzar en la construc- ción de una universidad que necesita ser escuchada in- tegralmente a la hora de diseñar su plano institucional y de enfrentar los desafíos. En suma, una universidad que alce nuevamente su compromiso democrático. BASCUR CRUZ NOAM VILCHES Integrante del Consejo de Presidencias de la FECh y Secretarie Ejecutive del Centro de Estudiantes de Filosofía y Humanidades. Delegade de Bienestar FECh 2021 e integrante del Centro de Estudiantes de Filosofía y Humanidades 2019. 48

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