Palabra Pública N°25 2022 - Universidad de Chile

A pesar de ser una de las autoras chilenas más completas y prolíficas del siglo XX, todavía hay mucho por descubrir sobre sobre la vida de Marta Brunet. ¿Qué sabemos sobre ella hasta ahora? La académica e investigadora Natalia Cisterna, quien lleva años investigando su obra, responde esta pregunta y explica cómo Brunet le dio a sus protagonistas mujeres un derecho que la literatura chilena patriarcal les había negado: el de ser dueñas de una subjetividad y una memoria personal, única e irrepetible. POR NATALIA CISTERNA JARA E n 1963, editorial Zig-Zag pu- blicó bajo el título de Obras completas de Marta Brunet una importante recopilación del trabajo literario de la autora chile- na. No era común, por aquellos años, que un escritor —y menos aún una escritora— tuviera la posibilidad de ver en vida una edición de estas carac- terísticas de su trabajo. Sin embargo, Marta Brunet había obtenido el Pre- mio Nacional de Literatura dos años antes, lo que justificaba totalmente la decisión de Zig-Zag de publicarla. En el prólogo al libro recopilatorio, Hernán Díaz Arrieta —más conocido bajo el seudónimo Alone— confirma- ba la necesidad del mismo enfatizando que no estamos frente a una aparecida en el mundo de las letras: “No podrá decirse que acabamos de conocerla”, dirá socarrón el famoso crítico chile- no, agregando que desde 1923, fecha de publicación de su primera novela, Montaña adentro , la crítica ha redacta- do un sinfín de artículos sobre la auto- ra y su obra, a tal punto que ya existen quienes pueden considerarse, como él, “técnicos en Marta Brunet”. Brunet, por tanto, de acuerdo a la visión de Alone, no era ninguna desconocida en el campo cultural. Por el contrario, era valorada por sus pares y su literatura había sido ampliamente estudiada. El próximo año se cumplirán seis décadas de esta memorable edición y de este prólogo. Seis décadas y, sin em- bargo, mientras más información te- nemos de Marta Brunet, mientras más escritos suyos conocemos, mientras más material de archivo saca a la luz antecedentes insospechados de su vida, menos cercanas/os nos sentimos de las certezas del crítico. Lo cierto es que al profundizar nuestro conocimiento so- bre la figura y obra de Brunet, estamos solo en condiciones de afirmar que, si bien no acabamos recién de conocerla, tampoco la hemos terminado de cono- cer. Estamos lejos de saber quién era Marta Brunet y de imaginar siquiera el volumen total de su obra. Hace algu- nos años, la escritora argentina Sylvia Molloy hacía el ejercicio de revisar el cuadro cronológico que acompañaba las obras completas de la venezolana Teresa de la Parra, específicamente la columna en que se anotaban aconte- cimientos biográficos relevantes de la autora. Molloy advertía que esa co- lumna, que registraba acontecimientos nacionales y mundiales, estaba repleta de silencios. Así, el cuadro arrojaba la errónea imagen de que mientras en el “mundo exterior” sucedían muchas cosas, “Teresa de la Parra apenas vivía”. Al realizar una observación parecida a los datos biográficos de Marta Bru- net que se recogen en distintas notas de prensa de su época, estudios de su obra, ediciones y antologías, también encontramos un rompecabezas con un número enorme de piezas faltan- tes. Y si bien en el segundo volumen a la Obra narrativa (Ediciones UAH, 2017), del que estuve a cargo, nos es- forzamos por corregir errores y com- pletar información, sigue siendo aún un cuadro muy incompleto de lo que constituyó su trayectoria. «Recién, hace un par de años, empezaron a aparecer epistolarios y publicaciones que nos han revelado algunos datos de su vida íntima, su relación con algunas editoriales y sus contactos con el mundo cultural. Pero las piezas faltantes del rompecabezas son aún demasiadas». 17

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