Palabra Pública N°22 2021 - Universidad de Chile

la resonancia del término “feminis- mo” hasta generar deseos de identifi- cación positiva incluso entre quienes partían desconfiando de su reputa- ción. La expansividad de este trayecto en la cultura y la sociedad depende de que el feminismo logre atraer identi- dades que vayan más allá del núcleo originario de un referente “mujeres” que quiera preservarse idéntico a sí mismo, puro, sin admitir que identi- dades, grupos y sujetos se desarman y se rearman heterogéneamente a partir de intersecciones variables. La nueva Constitución como tumba simbólica de la verdadera muerte de Jaime Guzmán La elecciones de mayo de 2021 fueron contundentes en redibujar un mapa político en el que la derecha se ve finalmente tomada por asalto por candidaturas y organizaciones sociales que, por primera vez, desafían vehe- mentemente su monopolio del poder político y económico con posturas ní- tidamente ancladas en un fundamento antineoliberal. Este nuevo mapa (que rompe con el equilibrio —centrista— del modelo de gobernabilidad admi- nistrado por la transición en base al Consenso y al Mercado) comenzó a volverse visible y audible, en las panta- llas televisivas, cuando irrumpió, junto con el sector de los independientes, la Lista del Pueblo en la franja electoral de abril-mayo de 2021. La Lista del Pueblo exhibió una diversidad micro- política de cuerpos, hablas y territorios singulares cuyo paisaje heteróclito ha- bía quedado sistemáticamente margi- nado de la banal esfera de visibilidad pública con la que los medios hege- mónicos de la transición quisieron homogeneizar la comparecencia de la “gente” en tanto masa anodina. La irrupción de la Lista del Pueblo en la franja televisiva y su dislocación de los códigos políticos tradicionales nos anunciaba cómo se estaban alterando completamente las reglas de unifor- midad y disciplinamiento (lenguajes, conductas, poses) que dominaron la escena política convencional. El principal resultado de las elecciones de mayo de 2021 fue el de consagrar magistralmente la derrota de una de las reglas que había trazado inflexiblemente la Constitución de Jaime Guzmán, a saber, la de diseñar un marco orgánico-ins- titucional en base a reglas del juego que condenaran al adversario a ser neutrali- zado por ellas en cualquier circunstancia 3 . Pese a considerar tramposo el Acuerdo que fue ideado para que la derecha siguiera manteniendo intacto su poder de veto, quienes se organizaron para defender candidaturas antineoliberales y femi- nistas lograron perforar su cadena de prescripciones y proscripciones. El resulta- do electoral de la Convención Constitucional —altamente desfavorable para la derecha— dio vuelta la jugada que el ideólogo de la Constitución de 1980 había planeado como irreversible: la permanencia del quórum de 2/3 como máxima atadura y protección para que el aparato doctrinario y económico de la derecha continuara dominando la política en Chile. El histórico resultado de la votación de mayo de 2021 significó la verdadera muerte de Jaime Guzmán: una muerte mucho más categórica que la ocasionada por su “ajusticiamiento” en manos del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (1991), ya que dicho atentado dejó chance para que su condición de víctima de un asesinato condenable en democracia fue- ra utilizada por la derecha para convertir a la figura del exsenador de la República en mártir y levantarle incluso un memorial. Haber ganado la jugada en el terri- torio enemigo de una institucionalidad del Estado cuya “ley de leyes” (orgánica y dogmática) Jaime Guzmán había querido amarrar de una vez para siempre, dota a la victoria del 25 de mayo de 2021 de una máxima potencia alegórica por cómo dicha victoria (la de arrebatarle los 2/3 a la derecha en la votación que conforma la Convención Constitucional) se libró en la cancha jurídico-institucional del adversario. Sin el marco de institucionalidad que rodeó la firma del Acuerdo (y pese a que dicha firma fue duramente cuestionada por una parte de la izquierda que llegó incluso a invalidar el Acuerdo), no hubiese resultado tan valiosa la recompensa simbólica del asistir a la definitiva muerte de Jaime Guzmán, cuya tumba fue cavada esta vez mediante las urnas, en el terreno mismo que él había minado políticamente para que desaparecieran los competidores. Y lo otro que nunca hubiese soñado Jaime Guzmán (ni en la peor de sus pesadillas) es la irrupción en el nuevo órgano constituyente de candidatas electas mujeres que se reclaman del feminismo 4 y de representantes de las di- sidencias sexuales 5 . ¿Qué mejor para cuestionar radicalmente el concepto de “familia” como “núcleo fundamental de la sociedad” (un núcleo basado en la unidad procreadora de un hombre y una mujer según el naturalismo bina- rio del cuerpo-naturaleza) que edifica la Constitución de 1980? Otra derrota más para el conservadurismo católico de Jaime Guzmán y de la derecha que custodia la agenda “valórica” del país, esta vez infligida por el feminismo y las disidencias sexuales que, aquella noche eleccionaria de mayo de 2021, comple- taron un acto de perversión y subversión múltiple contra la inamovilidad de la Ley y su defensa reaccionaria de la familia. 3 Se hizo ya famosa la cita que Fernando Atria ha recogido de los textos de Jaime Guzmán sobre el objetivo constitucional: “Crear una realidad que reclama de todo quién gobierne una sujeción a las exigencias propias de esta. Es decir que si llegan a gobernar los adversarios, se vean constreñidos a seguir una acción no tan distinta a la que uno mismo anhelaría, porque el margen de alternativas que la cancha imponga de hecho a quienes juegan en ella sea lo suficientemente reducido para hacer extremadamente difícil lo contrario”, Jaime Guzmán. Revista Realidad , año I, N. 7, Santiago de Chile. P. 19. 4 Según el artículo "¿Convención paritaria = Constitución feminista?", firmado por Pamela Figueroa, Lucía Miranda y Carolina Mexa en Ciper (24-05-2021), “la mayoría de las mujeres electas -el 64, 9 %- corresponde a un perfil feminista”. 5 Aparece el dato, recopilado del Observatorio Les Constituyentes, publicado en El Mostrador el 4 de junio 2021, de que son ocho los constituyentes que reivindican explícitamente su activismo LGBTIQi+: Jennifer Mella (D5), Valentina Miranda (D8), Pedro Muñoz (D24), Javier Fuchslocher (D21), Gaspar Domínguez (D26), Rodrigo Rojas (D13) y Tomás Laibe (D27). 10

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