Palabra Pública N°21 2021 - Universidad de Chile

esde el inicio de la pandemia, pocas semanas han carecido de alguna fric- ción de connotación pública entre periodistas y autoridades políticas. Cuando partía la redacción de este artículo, el motivo era la entrevista al exfrentista Mauricio Hernández Norambuena en el programa Men- tiras Verdaderas , de La Red, que el ministro vocero de gobierno Jaime Bellolio consideró, al día siguiente de su emisión, “una franja del odio, de apología a la violencia (…), una cuestión absolutamente inacepta- ble”. “Vergüenza”, añadió en Twitter el presidente de la UDI, Javier Ma- caya, tres minutos después de que la diputada María José Hoffmann se preguntara en la misma plataforma: “¿En qué país del mundo un asesi- no puede dar una entrevista desde la cárcel?”, afirmó, para cerrar anun- ciando: “Exigiremos al CNTV la máxima sanción y respeto”. El caso adquirió ribetes de es- cándalo cuando Mirko Macari, pe- riodista y columnista de Mentiras Verdaderas , exdirector de La Nación Domingo y El Mostrador , informó que Magdalena Díaz, asesora y ex- jefa de gabinete del presidente Se- bastián Piñera, llamó a los propieta- rios de La Red para quejarse por la emisión de la entrevista. “Dale RT para que estos hijitos de papá sepan que Chile cambió”, tuiteó desafian- te Macari. La semana siguiente, el periodista Eduardo Fuentes, res- ponsable original del entuerto, se sintió obligado a aclarar: “Nosotros no promovemos como programa ni como canal la violencia”. Con el paso de los días y de otros escándalos, la polémica se re- cogió. Pero como se recoge la ma- rea en una playa sucia: dejando a la vista basura, algas descompuestas y trastos indeseados. ¿Qué pasa que el periodismo saca tantas ronchas cuando lo que considera de inte- rés público difiere de lo que define como tal el poder político? ¿Se mal- acostumbraron las autoridades al periodismo ejercido como otro bra- zo de las relaciones públicas? ¿Copia pobre del bullying trumpista a la prensa? ¿O, peor, prólogo del acoso al periodismo que sofoca a las de- mocracias más endebles del mundo? Razones para encender las alar- mas no faltan. Cuando termina la redacción de este artículo, CIPER informa que la Fiscalía indaga el monitoreo por parte de militares a cinco periodistas que investigan so- bre corrupción castrense y violacio- nes de derechos humanos. Nuevos “telefonazos” desde La Moneda son el comentario obligado en las redes sociales, al punto de que La Red acudirá a la Comisión Interamerica- na de Derechos Humanos (CIDH) por las presiones del gobierno de Sebastián Piñera contra sus dueños, para “poner límites sobre lo que no puede ser tolerado en una sociedad democrática”, anunciaron en el ca- nal. Los acosos a periodistas, en el entorno digital y las calles, por parte de agentes del Estado y particulares, en tanto, engrosan las agendas de investigación de distintas escuelas de periodismo. No es una realidad nueva ni en Chile ni el resto del mundo, pero en los últimos años, y en particular con el ascenso de líderes de la derecha re- accionaria, como Donald Trump en Estados Unidos o Viktor Orbán en Hungría, las arremetidas “oficiales” contra la prensa aumentaron y, en algunos casos, incluso se normaliza- ron. Llamar a los periodistas “enemi- gos del pueblo” ha pasado a ser un lugar común del discurso político en varios países, siendo Trump un ex- ponente mundial en la materia. Ste- ve Bannon, uno de sus principales asesores, llegó a decir que el partido de oposición para el gobierno no era el Partido Demócrata, sino la pren- sa, a la que acusó constantemente de difundir fake news y contra la que afirmó estar “en guerra”. Cuando los medios difundieron una imagen de su ceremonia de posesión en la que aparecía muy poco público, Trump aseguró: “los periodistas están entre los seres humanos más deshonestos”. Odio al periodista “La prensa, en su tradición más liberal y en un plano filosófico, es un mecanismo de control de las des- viaciones del sistema. Socavar al pe- riodismo libre es, en sí, un ataque a la democracia”, advirtió en The New York Times el periodista argentino Diego Fonseca, quien citó allí un informe del Global Media Forum en el que se indicaba que la libertad de prensa en los Estados Unidos de Trump estaba “en un nivel de riesgo similar al de naciones autocráticas y fundamentalistas”. En esa misma línea, y en una entrevista con Pala- bra Pública , el periodista John Lee Anderson afirmó que el precedente que sentó el magnate estadouniden- se fue “nefasto en Occidente y (un) ejemplo para otros líderes represi- vos”, algo que también han adverti- do varios organismos internacionales que velan por la libertad de prensa en el mundo. En su informe anual de 2018, Reporteros Sin Fronteras (RSF) denunciaba un auge en dis- tintos países de lo que suele llamarse 56

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