Palabra Pública N°21 2021 - Universidad de Chile
Una nota sobre la funa a Michel Foucault LAS PALABRAS Y LAS FOSAS En Mi diccionario del bullshit , el último libro de Guy Sorman, conocido intelectual francés de derecha, se acusa al autor de Vigilar y castigar de haber cometido, supuestamente, actos de pedofilia. El truco de Sorman es conocido: consiste en engrosar un escándalo haciendo uso de las síntesis temporales con las que trabajan habitualmente los medios, de forma que el veneno quede flotando en la corriente revuelta de las redes y el linchamiento colectivo. N uestra época es de frases cortas, flechazos que condensan en pocas palabras una parte de la polución colectiva y denuncias vertidas en resumideros que se propagan a toda velocidad por las redes sociales. Todo esto reemplazó hace tiempo a los debates de ideas y las formas dramáticas con que se pesaban an- tes los grandes dilemas del pensamiento. Ahora le tocó a Foucault; se lo funó semanas atrás en las redes sociales y algunos medios aprovecharon la ocasión para situar el re- ciente libro de un intelectual de derecha al centro de una discusión sobre la compleja herencia del humanismo. Se trata de Mi diccionario del bullshit , de Guy Sorman, en uno de cuyos apartados finales, el de Pedofilia, se rememora la carta que en 1977 Foucault (filósofo al que debemos nada menos que uno de los legados críticos más contundentes del siglo XX) firmó junto a otras y otros intelectuales: Si- mone de Beauvoir, Jean-Paul Sartre, Louis Aragon, Gilles Deleuze, Roland Barthes, etcétera. La carta en cuestión apuntaba a modificar la edad legal de consentimiento de menores para las relaciones sexuales, y por supuesto que ni Sorman ni los medios que lo promocionaron (en la entrevista que le hizo cinco días atrás Clarín , el autor se despacha entre muchos otros a Barthes y a Deleuze, quienes con Fragmentos de un discurso amoroso o El abecedario trazaron en el pasado alfabetos bastante más consistentes que los de este nuevo diccionario de lugares comunes) se tomaron el trabajo de recordar el contexto en que aquella carta fue firmada: el de las luchas de los movimientos feministas, juveniles y homo- sexuales por volver un pocomenos retrógrada la sociedad de su tiempo.Tampoco explican, por ejemplo, que la edad legal para consentir relaciones sexuales en aquella época discriminaba en- tre heterosexuales y homosexuales, fijando respectivamente en 18 y 21 años la edad para consentir el vínculo. kong niffe POR FEDERICO GALENDE 36
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