Palabra Pública N°20 2021 - Universidad de Chile

distribuye el uso de impuestos, entre otros muchos puntos. A juicio de esta poeta y académica, un acuerdo ético y político debería ser determinado en la nueva Constitución. Desde la vereda escritural: el rol de los autores en los movimientos sociales A partir de la revuelta popular de octubre de 2019, la pregunta por el rol de escritoras y escritores en los movimientos sociales ha sido una in- terrogante recurrente. En las expecta- tivas de que una nueva Constitución pueda encauzar las demandas de la ciudadanía, se les preguntó a estos cuatro autores cuál creen que debiese ser el rol de los escritores mapuche en este proceso y en las demandas por reivindicaciones históricas. “Una de las posiciones que debié- semos tomar como poetas mapuche, champurria o poetas a secas, es con- servar la memoria por medio del arte, capturar este momento histórico para traspasarlo a nuestros descendientes, ganando espacio en el discurso de la plurinacionalidad”, reflexiona Yeny Díaz Wentén. Daniela Catrileo, por su parte, considera que el rol de los escritores no debiese ser distinto del de cualquier otro lamngen que quiera imaginar un porvenir en común. Un punto en el que coincide Ma- ribel Mora Curriao, pues cree que toda expresión de arte es libre y autónoma, aunque eso para nada signifique una escritura apolítica. Enfatiza que no cree en la imposición de roles a los artistas, sino en la revitalización del rol ciu- dadano, social, político y cultural. Señala, no obstante, que los escritores mapuche de las últimas décadas tuvieron que involucrarse en las reivindicaciones y demandas, porque “la contingencia, la represión, la prisión política, las muertes y la violencia estatal nos han recordado cada cierto tiempo que aún somos parias en un país que nos niega”. En tanto, para David Aniñir la pandemia y el estallido presentó un lugar de encuentro entre los creadores y un público conectado por redes sociales. Coincide en que es necesario que los escritores sigan su propia ruta creativa, aunque es imposible “no ser trasto- cado por la realidad y los fenómenos sociales”. Además, Aniñir recuerda que la Wenufoye flameó en Plaza Dig- nidad como símbolo de lucha y resis- tencia, meses antes de la violencia en las municipalidades de Curacautín y Victoria, en el marco de una huelga de los presos políticos mapuche. “La adhesión a la causa del pueblo mapu- che es progresiva, quizás a eso se deba el nivel de violencia represiva desatada y montajes en territorio mapuche, en sintonía con lo sucedido tras la revuel- ta. Eso permea en la sociedad y de ahí la solidaridad, empatía y represen- tación de la disputa mapuche con el Estado”, reflexiona. Camino a las elecciones Actualmente Yeny Díaz Wentén es precandidata independiente por el distrito 21 de Biobío y dice estar orgullosa de poder expresar su res- peto por la cultura y quienes viven en comunidades rurales: “ser cham- purria me ha enseñado que llevo la mitad del cielo guardado dentro de mí”. En el caso de David Aniñir, hoy dirige sus fuerzas a la candidatura de la lamngen Elisa Loncon: “Por su tra- yectoria académica y referente social desde la promoción de los derechos lingüísticos, representa parte del alma de las dirigencias mapuche”, precisa. Por su parte, Maribel Mora Curriao dice que le gustaría disfrutar más del proceso constituyente, pero no ha podido por temas de salud. Esto la ha obligado a pensar en la parti- cipación efectiva de otros grupos, como las personas con dis- capacidad. Por último, Daniela Catrileo está comprometida con la campaña de la lamngen Ingrid Conejeros y destaca la postulación de la lamngen Elisa Loncon. “Ojalá pudiésemos contar con más voces como ellas en lo público-político, son muy pocas las que podrán ingresar debido al proceso mez- quino y racista de los escaños reservados”, puntualiza. Maribel Mora no cree en la imposición de roles a los artistas, sino en la revitalización del rol ciudadano, social, político y cultural. Señala, no obstante, que los escritores mapuche de las últimas décadas tuvieron que involucrarse en las reivindicaciones y demandas, porque “la contingencia, la represión, la prisión política, las muertes y la violencia estatal nos han recordado cada cierto tiempo que aún somos parias en un país que nos niega”. 66

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