Palabra Pública N°20 2021 - Universidad de Chile

tigos, pero también protagonistas de ese momento. Es lo mismo que le debe ocurrir a Pablo Salas: están sus filmacio- nes, pero también sus propias historias de años de rodaje en la calle, en medio del peligro. —Acaba de lanzar un libro sobre La batalla de Chile (Catalonia) con mucho material de la filmación. ¿Por qué decidió publicarlo justo ahora? Creo que ahora, más que antes, es interesante conocer cosas de La batalla de Chile , porque como se repite una si- tuación histórica bastante parecida, la gente dice “ah, mira, me interesa ver esto” y es estupendo que haya coincidido con este momento. No creo que sea un libro tan masivo, porque es muy técnico. Son como 400 páginas donde reú- no todos los documentos sobre la película: críticas, comen- tarios, esquemas que se hicieron en el momento, cosas que escribí yo, que escribió Pedro Chaskel, el director Sergio Castilla, el guionista español José Bartolomé, mi exmujer también tiene un artículo; todos los que tuvieron una re- lación con el rodaje y montaje de la película escriben algo. Creo que a toda la gente que hace documentales o que es- cribe sobre historia seguramente le va a interesar. —Usted dice que hoy se vive una situación política similar a la del pasado. ¿Qué diferencias importantes ve entre los dos procesos históricos? Lo primero es que la Unidad Popular era un gobier- no socialista que intentaba construir un proyecto político nuevo. Era una revolución pacífica que comenzaba con siete partidos políticos claros que lideraban todo. Lo de ahora es más bien una protesta gigantesca, pero sin direc- ción. Hay banderas que se respetan, pero no tienen una significación concreta; son banderas de compañía, no hay una ideología específica. Y, sin embargo, es muy fuerte llegar al país y ver a esa masa de gente en las calles dicien- do las mismas consignas de antaño, cantando las mismas canciones que hace 50 años. ¿Quién iba a pensar que iba a suceder algo así? Es casi irrisorio. Mi sensación fue que el espíritu de la Unidad Popular, que estuvo escondido, resurgió y es muy contagioso y raro, pero no deja de ser falso. Lo claro es que no deja de ser importante que un país de América Latina se levante de manera pacífica para tratar de transformar su entorno. Es un Chile brillante que nace y todas las miradas están de nuevo puestas acá. —Su propia mirada está de vuelta en Chile. ¿Qué es lo que más le llamó la atención del rodaje durante el plebiscito? Creo que es notable cómo las mujeres han logrado ponerse en el primer plano del movimiento. Para mi nue- va película sólo filmé a mujeres como personajes, porque tienen una enorme capacidad de análisis, de entusiasmo, y no se rinden ante nada. Entonces, está este colectivo in- creíble de cuatros chicas de Valparaíso (Las Tesis) que han creado un movimiento enorme mucho más allá de Chile. La juventud se mueve por intuición y con un optimis- mo que hay que mantener. No creo que el movimiento se diluya, es muy fuerte el descontento frente a la inercia e inoperancia del gobierno, porque nada funciona. No porque el gobierno sea mediocre todos los chilenos nos vamos a volver unos mediocres. —También le tocó grabar durante la pandemia. ¿Cómo fue esa experiencia? La verdad es que hay mucho rodaje donde yo no par- ticipé, donde fue el cámara con su sonidista y su asisten- te de producción. La jefa de producción de esta película participó en medio de la batalla con mascarilla; yo tenía mascarilla pero no salí al combate, me quedé en un edi- ficio mirando de lejos y no participé en la lucha frontal, no me parecía necesario. Es apasionante, pero yo ya he vivido esa situación un montón de veces y entonces para qué otra vez más. No tenía mucho sentido exponerme. Estuvimos con mi mujer (la productora Renate Sachse) en varias situaciones complicadas, pero no en las peores. —Volverá en abril para filmar la elección de cons- tituyentes. Sí, eso hay que filmarlo y ver qué pasa alrededor. Por esa razón serán dos películas. La primera es sobre el esta- llido y el primer plebiscito, que está bastante avanzada, al menos en mi cabeza. Es muy interesante todo lo que pasa, y estoy seguro de que va a tener eco en toda América Latina y el mundo. La siguiente partirá cuando volvamos a Chile, aunque también eso depende del dinero que logre conse- guir. Por eso es importante que la película atraiga público, y si puede tener un premio, tanto mejor, porque con eso ya tienes la próxima película en la mano. De ahí que fuera tan importante el premio en Cannes, porque inmediatamente te entreabre la puerta para poder seguir trabajando. —Si no fuese sobre Chile, ¿de qué más haría un documental? Eso depende mucho de las circunstancias. Por ejem- plo, si es que alguien te ofrece hacer algún proyecto en otro lugar o te interesa una historia particular. Pero hace tiempo que abandoné ese camino y prefiero seguir tra- bajando sobre Chile. Me interesa más y varía tanto. La última vez, con mi esposa pensábamos sobre qué podía- mos hacer una nueva película, y de pronto estalló un mo- vimiento gigantesco de un millón y medio de personas en Santiago. Aquí tenemos tema para al menos tres películas más. Me parece fantástico seguir en lo mismo, no me abu- rre para nada. 36

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