Palabra Pública N°20 2021 - Universidad de Chile
de la Constitución del 80. Llegando al problema del que estamos hablando, de esta crisis, esta situación de emancipación, de incertidumbre, ¿qué dirían que puede expresar o mostrar el arte en vistas al proceso constituyente? ¿Qué hace el arte en este debate? Nury González: quiero hacer un comentario a lo que dijo Pablo en relación al patrimonio. Yo dirijo el MAPA (Museo de Arte Popular Americano) y una de las cuestiones que se manifestaba en la ciudad desde el 18 de octubre era lo visual, la gráfica que emergió, pero muy específicamente la xilografía, las serigrafías; eran de una potencia inusitada. En un momento, a principios de noviembre, le propuse al equipo del MAPA que hiciéramos una convocatoria que se llamaba “Patrimonio en marcha”. ¿Por qué? Porque cada vez que uno pasaba por las calles iba cambiando, a medida que pasaban las semanas iba variando esta gráfica y era cada vez más espec- tacular. Hicimos esta convocatoria porque para mí era fundamental, quizás se me metió esta idea de museo y archivo, salvaguardar ese patrimonio justamente porque se iba tapando semana a semana. Van sucediendo cosas y una se enfrenta a esa dico- tomía entre hacer arte en el espacio “privado” o en el espacio público. Vuelvo a citar a Ticio Escobar: “lo que más me interesa del arte contemporá- neo es su posibilidad de transitar por mundos distintos como un relámpago que ilumina las zonas oscuras y contradictorias del mundo. Lo que mejor sabe hacer el arte es poner en sospecha, en juicio la escena social y política, pero se convierte en un mal mensajero cuando habla de política como si fuera propaganda, eso no es arte”. Teniendo eso en consideración, creo que el arte tiene esa responsabilidad en el proceso constituyente: ser siempre una voz de alerta, pero lo que debe defender y lograr sin ninguna concesión es el acceso igualitario, no sexista, autónomo y libre para todos y todas, en cada uno de los ámbitos de la cultura, desde la infancia hasta la vejez, en toda la vida de un ser humano. Todas las manifestaciones de la cultura forman a un ser humano y siento que un país que no tiene cultura, que no se hace cargo de su cultura, es un país sin identidad y sin memoria. La pregunta es cuál es el papel del arte. Yo creo que nosotros tenemos un rol como parte de esta Uni- versidad que ha construido todo esto para el país. Está bien que tengamos salud y muchos otros derechos, pero la cultura es tan importante como todo eso para la vida y el desarrollo de un ser humano. Bernardo Subercaseaux: tuve la oportunidad de pasearme por lo que es el en- clave, diría yo, desde la Plaza Italia hasta el cerro Santa Lucía en el momento más álgido del movimiento, y ahí me encontré con una serie de carteles, afiches, dibujos, música, hechos gastronómicos, disfraces con espectros de la cultura de masas. Vi muchas energías culturales diversas, diría que todo eso tenía una relación con el pro- ceso constituyente; había una unidad de expresiones artísticas que eran destituyen- tes en el más amplio sentido de la palabra, y de alguna manera estaban ahí incluso cuestiones que podían ser contrapuestas ideológicamente, como los anarcobarristas o el feminismo, o expresiones de corte netamente político, aunque había muy po- cas, diría yo, pero estaban unidas en una ampliación del círculo de la empatía en distintos órdenes. Había movimientos animalistas, feministas, había movimientos vinculados al veganismo, pero aunados en un espíritu contestatario, destituyente, anticapitalista y antisistema, y por supuesto, también antipacos. Me hizo pensar: ¿qué es esto?, ¿hacia dónde va? Yo lo llamaría arte callejero y tiene su valor, a pesar de que es excluido por los parámetros tradicionales de la página de arte de El Mer- curio , por decirlo así. ¿Cómo tender puentes entre ese movimiento destituyente y los actores de la política tradicional? “El arte tiene esa responsabilidad en el proceso constituyente: ser siempre una voz de alerta, pero lo que debe defender y lograr sin ninguna concesión es el acceso igualitario, no sexista, autónomo y libre para todos y todas, en cada uno de los ámbitos de la cultura, desde la infancia hasta la vejez, en toda la vida de un ser humano”. NURY GONZÁLEZ 19
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