Palabra Pública N°20 2021 - Universidad de Chile
Oyarzún, que está aquí, de Willy Thayer, de Diamela Eltit, de Raúl Zurita, entre tantos, y no puedo dejar de mencio- nar las movilizaciones feministas universitarias que inician en mayo de 2018 y que instalaron un nuevo escenario. Bernardo Subercaseaux: para responder a la pre- gunta del arte y su lugar en la actualidad, creo que es importante ponernos de acuerdo: ¿qué entendemos por actualidad? Creo que hay ahí una doble realidad. Por una parte, está la actualidad propia del país, vinculada al esta- llido social, y por otra, yo hablaría de una actualidad de arrastre, de lo fundamental: es el concepto de crisis, que implica un mundo que termina, me refiero a la herencia de la dictadura en todas sus implicaciones, pero que no acaba de terminar, y un mundo que comienza, hablo de un Chile que despertó, de un Chile nuevo, pero que tam- poco acaba de empezar. ¿Por qué hablo de una realidad de arrastre? Ya a comienzos del siglo XX y en gran parte del siglo XX, hubo una empatía hacia los trabajadores, asalariados, hacia los obreros, hacia las poblaciones, que se produjo más bien como clase y al amparo del ideario socialista, pero en las últimas décadas estamos asistiendo a una ampliación de la empatía que no se hace desde un ideario político o partido político, sino que desde la socie- dad civil, empatías que se conjugan y apropian con ideas y movimientos internacionales, me estoy refiriendo a las empatías de género, al movimiento de las mujeres, de los homosexuales, de las lesbianas, de los transgéneros, de los mapuche; me refiero a la empatía hacia la naturaleza, a la concepción de los derechos de la naturaleza, a la reforesta- “El arte tiene, en esta situación de la ampliación de la empatía, múltiples propuestas, permite entender la complejidad y va más allá de una comprensión meramente ideológica de los procesos que estamos viviendo”. BERNARDO SUBERCASEAUX Ana Harcha: este es un diálogo fundamental para comprender, conocer y entretejer el aporte que puede ha- cer la Universidad en el debate constituyente. La relación que puede tener el arte, la cultura, el patrimonio en el de- bate que podemos sostener desde la Universidad de Chile, me parece sinceramente una cuestión vital, un lugar donde tenemos que estar de manera muy principal. La conver- sación puede tener muchas derivas, pero vamos a inten- tar abordar los problemas que se nos han propuesto en el espacio de tiempo que tenemos. En esta primera ronda, pregunto a todas y todos: ¿cuáles son los procesos creativos que propone el arte? ¿Cómo entienden ustedes la relación entre arte y procesos políticos? Nury González: ¿cuáles son los procesos creativos que propone el arte y qué lugar le doy para pensar la realidad? Quiero partir con una cita del gran ensayista y crítico teó- rico paraguayo Ticio Escobar que dice: “el arte siempre es un litigio con su propio tiempo. A medida que cambie ese tiempo, tiene que cambiar esa posición o queda codifica- do y se convierte en fetiche. El arte cambia de acuerdo a cualquier forma de arte, de acuerdo a las preguntas, a las respuestas, a los forcejeos que va haciendo con su tiempo”. No sé si se pueden detallar, clasificar o explicar claramen- te los procesos creativos que propone el arte para pensar la realidad. Creo y siempre he creído que ese proceso es lento y está en permanente transformación. Si bien hay respuestas inmediatas, colectivas e individuales que se des- pliegan como una forma de pensar la realidad y también como denuncia, hay obras que necesitan un largo tiempo de procesamiento. Siempre he pensado que el arte es polí- tico, que no puede no serlo, un artista responde desde su imaginario al momento histórico-político en el cual vive, las obras se construyen desde ahí, finalmente el arte gene- ra una mirada hacia la realidad o actualidad, una mirada singular y desprovista de prejuicios y de interés, porque el arte, la obra, tiene la capacidad de decir lo que muchos no dicen o no pueden decir. El arte está íntimamente ligado con los procesos políticos, lo vimos claramente durante la dictadura, donde el arte, las obras, fueron las instancias que visibilizaron las atrocidades, los crímenes, la corrup- ción, las injusticias, las violencias. Para mí son muy im- portantes, referentes y vigentes las obras y las escrituras de los años 80, el CADA, las Yeguas del Apocalipsis, Eugenio Dittborn, Gonzalo Díaz, Pepe Balmes, Roser Bru, entre muchos, así como los escritos de Nelly Richard, de Pablo 17
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