Palabra Pública N°19 2020 - Universidad de Chile

Faride Zerán: ¿cómo percibes estos temas en Chile, Emilia? Emilia Schneider: creo que todo lo que ha ocurrido en Chile, en particular con la pan- demia, nos debe alertar, porque cada día se na- turaliza más el autoritarismo, la militarización de nuestra vida cotidiana. Los confinamientos volvieron a poner eso en nuestra vida cotidiana y resulta muy peligroso si pensamos en la so- ciedad que viene para el futuro y, como decía Judith, cuando esas voces disidentes, críticas, se intentan acallar. Sobre el tema del refugio, vuelvo a la idea de que no es solamente el cui- dado que cae en los hombros de las mujeres, sino que todas las condiciones de la reproduc- ción para las y los trabajadores en general, y en eso está el derecho a la vivienda, educación, salud, que hay que cuidar. No se trata sólo de algo institucional, porque se dice con mu- cha liviandad que se necesita mucho Estado, pero la pregunta es qué Estado necesitamos. El problema de la violencia es muy complejo por el momento que vivimos y los niveles de injusticia. No debemos dejarnos seducir por el positivismo, por este llamado feminismo carce- lario que Judith criticaba, porque ni la policía ni la cárcel nos protegen a las personas trans. El movimiento feminista tiene que servirse de otras formas, y desde el 2018 ha dado respues- tas ante eso. Hubiera sido óptimo que en 2018 y mucho antes nos hubiéramos hecho cargo de construir una educación no sexista para hablar, politizar, desnaturalizar y discutir la violencia, la discriminación. Y ahora, que estamos en un momento de pensar el mundo del futuro, todo esto cobra mucho sentido. Faride Zerán. Emilia, ¿una pregunta final para Judith? Emilia Schneider: ¿podrías profundizar en cómo enfrentamos el tema de la injusticia del ordenamiento jurídico frente a la violencia contra mujeres y disidencias sexuales sin caer en el mero punitivismo? Con el caso de An- tonia Barra, en Chile, se ha producido todo un debate sobre las legislaciones y dentro del movimiento feminista. ¿Cómo avanzar? Judith Butler: no puedo decir qué es lo que debería pasar en Chile, sólo puedo aprender de mis aliados feministas queer, trans, en Améri- ca Latina. Me encanta el proceso de aprender. Cuando me junté con Ni una Menos en Argen- tina vi que sus asociaciones y alianzas no eran sólo con estudiantes universitarios, hablaban con mujeres en iglesias, distintos lugares, en sindicatos, en todos los lugares de la vida. Eran alianzas no tan esperables, no todos habían leí- do los mismos libros, no fue un movimiento que simplemente llegó de la universidad, sino que llegó de los barrios, de sus situaciones, de sus trabajos, y creo que ese tipo de alianzas son las que permiten que entren las calles y denun- cien muertes como la de Breonna Taylor, a quien la policía asesinó en su hogar, ella estaba durmiendo, estaban en la casa incorrecta y no preguntaron quién era. Estas formas de violen- cia impensable, masiva, se esparcen por la so- ciedad. Creo que continuamos haciendo estas alianzas regionales, interregionales. Hay proble- mas que traspasan las fronteras y aprendemos unos de otros. Siento que en Norteamérica estamos aprendiendo de ustedes, que son los movimientos transfeministas más poderosos, y eso ha cambiado la forma en que vemos a las personas para decidir cuáles son las acciones a tomar, cómo la gente se asocia y cómo podemos desafiar profundamente estas fobias y desigual- dades enraizadas. Yo no les puedo decir qué hacer, solamente puedo aprender de ustedes. “Hubiera sido óptimo que en 2018 y mucho antes nos hubiéramos hecho cargo de construir una educación no sexista para hablar, politizar, desnaturalizar y discutir la violencia, la discriminación. Y ahora, que estamos en un momento de pensar el mundo del futuro, todo esto cobra mucho sentido”. EMILIA SCHNEIDER 93

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